“Las rosas que están bajo mis ventanas no señalan a las rosas anteriores o a rosas mejores; son las que son y existen hoy en Dios (en el Ser). No conocen ningún tiempo.
Las rosas simplemente están ahí, y son en cada instante de su existencia absolutamente perfectas. Pero el ser humano se recuerda y aplaza, no vive en la presencia, mira atrás quejándose sobre el pasado o imaginando (ignorando la abundancia del presente) un futuro mejor. No puede vivir feliz y fuerte, hasta que no aprende a vivir con la naturaleza en la presencia - mas allá del tiempo.”
Con este texto, Ralph Waldo Emerson describe perfectamente como nos hemos alejado de lo único que es real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario