por Jossie Del Valle Conty
Tristemente aun vivimos en un mundo donde el poder económico tiene un valor inmenso y muchas personas basan el éxito y el prestigio en función de la posición social alcanzada que suele medirse de acuerdo a la cantidad de dinero y bienes materiales .
Mientras se esta en medio de ese afán material una de las secuelas mas comunes es el famoso stress, y la continua preocupación por mantener ese status cueste lo que cueste pues esa es la prioridad de la vida y se le concibe como parte esencial de un superficial y vano sentido de felicidad.
Una vez por razones de trabajo me tocó hacer un viaje a Europa por cosas del destino la línea aérea me ubicó en primera clase, en medio de ese larguísimo viaje la compañera de asiento tuvo deseos de conversar en forma de desahogo, quizás porque a una perfecto desconocido a quien muy probablemente nunca se le verá es más fácil abrirle el corazón, pues bien ella era dueña de una gran y próspera empresa con fama internacional, sin embargo me confió cuan sola cuan vacía y cuan infeliz se sentía, nada le llenaba en su vida a pesar de tener tanto, tantísimo, quizás le faltaba lo principal, buscar en donde se halla la verdadera felicidad, que más bien se encuentra no en tener sino en todo lo contrario, o sea, en dar.
Ayudar a quien lo necesita, darse a los demás, y encontrar en ello una razón para hacer la vida más bonita y más plena, regalarle un poco de tiempo a aquel anciano que vive en soledad, visitar a un enfermo y dejarle una palabra de aliento , o quizás un libro con mensajes positivos, ayudar a quienes están pasando por situaciones personales difíciles como un divorcio o un fallecimiento, compartir lo que tenemos con quien está en necesidad. Si buscamos a nuestro alrededor siempre habrá quien nos necesite, y en medio de ese dar empezaremos a encontrar una forma de felicidad duradera, autentica que nos conduce hacia senderos de evolución espiritual.
Tristemente aun vivimos en un mundo donde el poder económico tiene un valor inmenso y muchas personas basan el éxito y el prestigio en función de la posición social alcanzada que suele medirse de acuerdo a la cantidad de dinero y bienes materiales .
Mientras se esta en medio de ese afán material una de las secuelas mas comunes es el famoso stress, y la continua preocupación por mantener ese status cueste lo que cueste pues esa es la prioridad de la vida y se le concibe como parte esencial de un superficial y vano sentido de felicidad.
Una vez por razones de trabajo me tocó hacer un viaje a Europa por cosas del destino la línea aérea me ubicó en primera clase, en medio de ese larguísimo viaje la compañera de asiento tuvo deseos de conversar en forma de desahogo, quizás porque a una perfecto desconocido a quien muy probablemente nunca se le verá es más fácil abrirle el corazón, pues bien ella era dueña de una gran y próspera empresa con fama internacional, sin embargo me confió cuan sola cuan vacía y cuan infeliz se sentía, nada le llenaba en su vida a pesar de tener tanto, tantísimo, quizás le faltaba lo principal, buscar en donde se halla la verdadera felicidad, que más bien se encuentra no en tener sino en todo lo contrario, o sea, en dar.
Ayudar a quien lo necesita, darse a los demás, y encontrar en ello una razón para hacer la vida más bonita y más plena, regalarle un poco de tiempo a aquel anciano que vive en soledad, visitar a un enfermo y dejarle una palabra de aliento , o quizás un libro con mensajes positivos, ayudar a quienes están pasando por situaciones personales difíciles como un divorcio o un fallecimiento, compartir lo que tenemos con quien está en necesidad. Si buscamos a nuestro alrededor siempre habrá quien nos necesite, y en medio de ese dar empezaremos a encontrar una forma de felicidad duradera, autentica que nos conduce hacia senderos de evolución espiritual.
Quienes viven inmersos únicamente al mundo material, están atados a las apariencias, y al famoso que dirán y lo que es peor a su propio ego, son esclavos de si mismos y todas esas ataduras les oprimen y les impide sencillamente vivir.
Es fundamental, reorganizar las prioridades en la vida, meditar sobre que es lo verdaderamente esencial y si el afán por lo material esta ocupando un lugar demasiado preponderante que nos agobia y nos impide el desarrollo de nuestra espiritualidad ,es hora de despertar y dar un giro a nuestra vida, entonces comenzara un proceso liberador maravilloso que aportara grandes bendiciones y habremos encontrado el camino a la realización personal mas plena y la autentica felicidad.
Es fundamental, reorganizar las prioridades en la vida, meditar sobre que es lo verdaderamente esencial y si el afán por lo material esta ocupando un lugar demasiado preponderante que nos agobia y nos impide el desarrollo de nuestra espiritualidad ,es hora de despertar y dar un giro a nuestra vida, entonces comenzara un proceso liberador maravilloso que aportara grandes bendiciones y habremos encontrado el camino a la realización personal mas plena y la autentica felicidad.
Namasté
VÍA ÁNGELES AMOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario