En contraste con la cantidad de tiempo, que es la misma para todo el mundo, la cantidad de energía varía considerablemente de persona a persona. Baba nos advierte que, sea cual fuere nuestro nivel de energía, hemos de asegurarnos de que la estamos usando de la mejor manera posible, con fines productivos y evitando gastarla innecesariamente.
De hecho, nuestro nivel de energía varía de acuerdo a cómo nos manejamos en las tres áreas del dinero, la comida y el tiempo.
La mayor fuente de nuestra energía física es la comida, por lo cual es esencial elegir con cuidado los alimentos nutritivos para mantener nuestra energía a un buen nivel y evitar las comidas que carezcan de los nutrientes necesarios para proveer de energía, tales como las comidas preparadas de las que ya hemos hablado en el capítulo sobre la comida.
También necesitaremos de sueño suficiente, aunque no excesivo, y de descanso, relajación y ejercicio, para evitar que nuestras vidas carezcan de equilibrio.
Baba dice que no somos nuestro cuerpo, pero también dice que el cuerpo es el templo donde reside el Dios que somos realmente. Por lo tanto, hemos de hacer lo posible para conservarlo sano y activo.
Sólo entonces podrá ser un instrumento fuerte, a través del cual el Dios que está dentro de nosotros pueda actuar y expresarse en este mundo.
Estas son las maneras positivas de aumentar la energía y conservarla para realizar nuestras tareas cotidianas. Ahora hemos de analizar cómo malgastamos nuestra energía, lo que hacemos a veces inconscientemente, y cómo a menudo nos preguntamos por qué tenemos tan poca energía cuando realmente la necesitamos.
DERROCHE DE ENERGÍA
El estrés y la tensión gastan más energía que la actividad física, porque ambos bloquean el flujo natural de energía. Además, la tensión y el estrés no nos permiten relajarnos lo suficiente como para sentirnos lo bastante cansados para dormir y despertarnos frescos después. Así que nos levantaremos exhaustos. Este es un círculo vicioso que conduce a más tensión, especialmente cuando tratamos de desenvolvernos normalmente, cuando aún estamos cansados y nerviosos.
Baba nos ha dado otros ejemplos de cómo gastamos energía inconscientemente.
Por ejemplo, la charla inútil gasta una gran cantidad de energía, a la vez que un tiempo valiosísimo. La compara al agua que se vierte sobre un colador que se desparrama por muchos agujeros a la vez, en lugar de canalizarse por un lugar determinado.
Nos aconseja evitar las charlas inútiles y especialmente los hábitos negativos, tales como chismear y criticar a los demás.
Así conservaríamos energía para llevar a cabo actividades más constructivas.
EMOCIONES NEGATIVAS
De todo lo que nos roba nuestra preciosa energía, quizá lo más grande sean las emociones negativas.
Baba señaló como ejemplo el hecho de que un arranque de ira gasta más energía de la que hay en los alimentos necesarios para vivir durante tres meses.
La irritación y la frustración son formas intermedias de la ira, causadas por el deseo de controlar una situación particular. Si pudiéramos aprender a relajarnos cuando las circunstancias no son lo que esperamos y tratáramos de evitar nuestro deseo de control, dándonos cuenta de que no hay nada lo suficientemente importante como para hacernos perder nuestra serenidad, aprenderíamos una de las lecciones que Baba nos enseña constantemente: la paciencia.
Si nada marcha bien en una circunstancia determinada, y nosotros hemos hecho todo lo posible para mejorar la situación, el único remedio es el de relajarse y pedir a Baba que solucione las cosas. Mientras tanto, podemos utilizar nuestra energía en alguna otra cosa más positiva.
El oponer resistencia es otro factor que nos roba energía. Es similar a la ira y la irritación, pero en lugar de malgastarse la energía de un solo golpe, nos va desgastando poco a poco. Indica a menudo que sólo estamos pendientes de nuestro propio deseo, en lugar de respetar la voluntad de Dios.
La competitividad se oculta a veces tras la sana ambición o la entregada dedicación.
En cualquier caso, supone un derroche de energía, y es absurdo competir con otra persona. Sólo podemos competir con nosotros mismos, para saber cuánto hemos progresado.
El miedo, la culpa, la preocupación, la indecisión y la apatía nos roban a la vez tiempo y energía, porque todos ellos impiden el flujo natural de éstos, paralizándonos e inhibiendo su movimiento.
Baba dice que hay dos tipos de personas:
el primero está formado generalmente por personas mayores, que siempre están mirando hacia el pasado, se lamentan de que se acabaron los “buenos tiempos” o se quejan continuamente. El otro tipo de personas está formado sobre todo por los jóvenes, que siempre están pensando en el futuro, ya sea imaginando qué clase de vida van a llevar o temiendo posibles desastres.
Baba dice que el pasado se ha ido para siempre, y que no puede cambiarse o volver a vivir. El futuro aún no existe, y puede ser cambiado de acuerdo a cómo vivamos y actuemos en el presente inmediato. Por lo tanto, Baba nos aconseja que vivamos día a día el presente, y que le pidamos nos guíe hacia nuestro camino.
Una devota le preguntó a Baba qué había de hacer para superar su falta de energía.
“El trabajo Divino se hace con energía Divina”, le contestó Baba.
Baba dice que cualquier trabajo debe hacerse como un acto de devoción. Todas nuestras acciones, incluso el más pequeño detalle cotidiano, debe ser ofrecido a Dios.
Pero sólo se convertirá en acción Divina cuando nos relajemos, y dejemos que sea Baba o el Dios que hay en nosotros el que actúe a través nuestro. Entonces, Él usará nuestra energía Divina para realizar mucho más de lo que podríamos hacer con nuestro yo, limitado por el sentimiento del ego, y sin la tensión o el cansancio que a menudo nos acompañan.
Baba nos pide que nos entreguemos, que creamos, que aceptemos. Si podemos entregarnos a su voluntad y a sus designios, creer en Él con todos nuestros sentidos y aceptar, en lugar de resistirnos, lo que tenga que ocurrir, seremos libres para flotar con Él en la danza diaria de los corazones, en lugar de deprimirnos, preocuparnos y sufrir miedo y culpa, y todas las emociones negativas que nos roban la paz y la serenidad. Cuando estos aspectos negativos no gobiernen nuestras vidas, su lugar será ocupado por actitudes positivas y benéficas, y por emociones como el amor, la compasión, la amabilidad y la generosidad.
EJEMPLOS Y EJERCICIOS
He aquí algunos ejemplos de aquello en que tendemos a malgastar nuestra energía.
Añadan sus propios ejemplos a esta lista:
— ¿Organizan su trabajo y establecen prioridades, de manera que realicen las tareas de mayor responsabilidad cuando su energía se encuentre en su nivel más alto?
— ¿Son perfeccionistas que tratan con demasiado ahínco que todo sea perfecto?
— ¿Son maniáticos con respecto a la casa y gastan demasiado tiempo y energía recogiendo cada partícula de polvo que encuentran?
— Si tienen hijos, ¿les encargan pequeñas tareas de acuerdo con su edad, para así poder ustedes ocuparse en otras cosas? En general, los niños poseen una gran cantidad de energía que necesita ser canalizada hacia lo constructivo.
— ¿Organizan el uso que hacen del coche, y planean los recados que van a hacer en un solo viaje? Esto también los ayudará a ahorrar combustible, que es otra clase de energía.
— ¿Gastan energía innecesaria para agradar o impresionar a otras personas, con el fin de sentirse amados, gratificados o de llamar la atención?
— ¿Tienen ataques de rabia cuando algo o alguien no les agrada o no está de acuerdo con ustedes?
— ¿Caen en la apatía o la abulia, que son dos formas de malgastar el tiempo y la energía?
— ¿Son tan impacientes que tratan de controlar las circunstancias de sus vidas, en lugar de esperar el momento adecuado para que la puerta se abra y puedan seguir con naturalidad hacia adelante?
— ¿Se preocupan por cosas poco importantes o por sufrimientos pasados, temiendo que puedan volver a repetirse en el futuro?
— ¿Se esfuerzan por realizar aquello que les produce tensión, en lugar de relajarse y pedirle a Baba que fluya a través de ustedes?
— ¿Buscan controlar personas o situaciones, en lugar de respetar la voluntad de los demás?
MEDITACIÓN
Usen la meditación explicada en el capítulo del dinero, sustituyéndolo por la energía. Si aprenden a relajarse y a dejar que Baba fluya a través de ustedes, podrán hacer más con menos esfuerzo y menos estrés, y usar así menos energía.
Extracto de
LIMITE A LOS DESEOS
Sugerencias para círculos de estudio y para el uso individual sobre el programa
VÍA TRABAJADORES DE LA LUZ
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