De mil modos distintos nos duele la vida y no sé si esto lamentablemente o afortunadamente es lo que nos ayuda a descubrirnos. La mayoría de personas construimos nuestra vida en torno al cuerpo del dolor. Nos hacemos resistentes, creamos una coraza inexpugnable y nos volvemos rígidos, tanto que, cuando nos rompemos es cuando comenzamos a encontrarnos. Y ¿porque digo esto? Porque, y me pongo como ejemplo por mis vivencias, es en la desnudez cuando comenzamos a encontrarnos, y esto es algo muy serio.
Estamos observando que todo el sistema está cayendo y ello lleva consigo y arrastra a la sociedad al caos. Ni que decir tiene que muchas personas en lo que llamamos “primer mundo” están viendo como su economía se tambalea, lo están perdiendo todo, su trabajo, su hogar y hasta la salud, entrando en fuertes depresiones por causa de este caos económico, social, político y también religioso ya que se pierde hasta la fe, y no sólo la fe como pilar de una religión, sino la fe en sí mismos, o en las personas, que todavía es mucho peor. Pero en realidad son las paradojas de la vida que nos juegan estas malas pasadas, quien sabe si para que desde la desnudez comencemos a ver claro.
Todos sabemos que aprendemos más de la vida cuando vemos la muerte de cerca, cuando nos sucede algo que hace que cambiemos el chip. Echamos de menos a nuestros padres cuando ya no están con nosotros, y como estos ejemplos podría añadir muchos otros. Pero ¿Qué nos sucede cuando lo hemos perdido todo?, y digo bien, todo ¿Qué queda entonces…?
– Quedas tú desnudo ante ti mismo, queda el ser que somos, queda el verdadero sentido de la vida, queda la actitud consciente que va más allá de nuestra interpretación, de nuestra mente, de las circunstancias de la vida.
Hace tiempo leí una frase que me hizo pensar muchísimo y a su vez tuve sentimientos encontrados porque tengo un punto de rebeldía que muchas veces me ahoga y otras me salva pero como siempre intento traspasar el velo de la dualidad para poder comprender mejor cómo funciona este holograma ahora, la frase es esta:- “Los que poco o casi nada tienen se tienen a sí mismos” - ¡Qué remedio…! Me dije, pero profundizando, esto es lo único válido porque sé que el hombre se descubre a si mismo cuando desnudo y libre de toda atadura emocional y mental es capaz de encontrarle el sentido a la vida, a esta experiencia humana.
El hombre es capaz de superarse ante las adversidades, es capaz de sobrevivir en situaciones límites, pero no es capaz de vivir una vida plena si no le encuentra sentido a su existencia. Y lo que nos mantiene humanos, es querer que todos encontremos el sentido a la vida, porque a fin de cuentas estamos aquí unos y otros para vivir desde la unicidad y gozar de las pequeñas cosas, de la abundancia de disfrutarse, de compartir lo que se es, y desde la sencillez ver la realidad vital . Fundamentalmente esa es la abundancia que enriquece al alma, inclusive a nuestro ADN, eso para mí, es tenerse a sí mismo.
¿El perderlo todo es el punto extremo para que cambien las cosas, es sin duda alguna el detonante para variar la programación mental basada en el ego-materialismo? - Pregunto.
Empecemos a cambiar nuestros patrones densos, seamos conocedores de quién somos, y del cometido tan importante que tenemos todos como humanidad unificada, como almas en manifestación, como guardianes de lo crístico en nosotros.
© LUHEMA
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