“Lo que das, te lo das. Lo que no das, te lo quitas”. Naylín Nuñez, autora de “Una Luz para ti” nos lo explica..
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Si yo te dijera ahora mismo que en la vida hay solo dos opciones, dos caminos por los que puedes elegir transitar, y tan solo dos, seguramente te reirías o pensarías que algo no anda bien dentro de mi cabeza.
Y sin embargo, mi afirmación tiene mucho sentido, mucha lógica, mucha cordura. Tiene mucha verdad, sin llegar a ser toda la verdad.
Entonces me arriesgo a afirmar claramente lo que ha dejado ya de ser una utopía, al menos para mí: hay dos caminos: el del miedo y el del amor; por lo tanto hay dos opciones: amar o temer. Todas nuestras acciones, pensamientos, sentimientos, emociones, reacciones, se basan en estos dos estados, y solo en ellos, con sus múltiples variantes que nos hacen la vida más o menos alegre, más o menos dichosa, más o menos amorosa, más o menos equilibrada, más o menos plena, dependiendo, en todos los casos, de cuál ha sido nuestra opción, nuestro camino: el del amor, o el del temor.
¿Cómo puedo saber por dónde estoy transitando?
Es muy sencillo: entre otras cosas, fíjate en si estás dando más que recibiendo, si estás pidiendo más que entregando, si te estás dando a los demás o estás encerrado en tu personalidad.
Obsérvate y valórate:
- si estás dando mucho, estás amando mucho
- si estás reclamando, estás temiendo
¿Por qué dar es amar?
Porque en la entrega que supone el dar hay absoluta falta de egoísmo; porque quien da sin esperar nada a cambio no teme perder lo que brinda sino que es feliz al compartir lo que tiene: dinero, tiempo, sonrisas, amor, libros, conocimientos….
¿Por qué reclamar, pedir, solicitar, es temer?
Porque necesitas las cosas para sentirte seguro, y temes que si las pierdes no las vas a recuperar más, o te va a costar mucho volverlas a tener. Así mismo temes darle la razón a los demás, temes perder una carrera, una discusión, un debate.
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