Hoy he soñado con un torrente de colores, tamaños, formas, brillos y sombras.
He soñado con un océano de sonidos, voces sin palabras, con sensaciones y temperaturas.
He sentido a la vez un pensamiento trabajoso y pesado que rondaba mi cabeza como un viento circular de ideas repetidas.
Se que he soñado con los primeros momentos de la creación, con las cosas que había al principio, antes de que las nombrara. He despertado en el momento en que mi imaginación comenzaba a designar palabras, cuando los colores, olores y sonidos comenzaban a nombrarse.
Recuerdo que en la escena de mi sueño había un gran reloj de arena, desde cuya parte superior caían los colores, las formas, las voces, los sonidos, las sensaciones… todo lo que había antes del lenguaje.
En ese momento y he comprendido como las cosas adquieren su nombre, y lo he comprendido, porque lo he visto, oído y sentido pasar por la breve cintura de cristal del reloj de arena.
Y en ese momento en el que me hallaba más despierto que nunca…
Me he despertado.
Bernardo Ortín
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