Cuando sacrificamos nuestros deseos egoístas para cuidar a alguien más, remplazamos nuestro destino actual por uno mejor y notablemente menos caótico.
¿No es gracioso cómo pensamos en esto como un sacrificio? En realidad ¡estamos obteniendo mucho más!
Una de las claves para recibir todo es una disposición a dejar ir todo.
Yehudá Berg
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