¿Existió Jesús, y Buda? Llama poderosamente la atención la semejanza entre las vidas de ambos. Sí, puede que sí, puede que fueran gente con un alto grado de optimismo, con unas energías positivas, grandes oradores que convencieron a la humanidad en su momento, claro, pero que más tarde no dejaron de ser humanos entre la masas. Meros vendedores de humo y felicidad eterna, como sus religiones.Lo que sí debemos de tener claro es que ningún ser supremo puede convertir mágicamente en bueno lo que le dé la gana. Y si afirmamos que Dios es eterno con ello afirmamos que el que es eterno es el ser humano, ahí nos quedamos en la última entrada del blog, al igual que si afirmamos que Dios es bueno, estamos afirmando que el bueno es “la humanidad”. En resumen y según Sádaba, el optimismo ingenuo conduce al optimismo imbécil y este, directamente a la imbecilidad.
En la religión hemos depositado lo mejor de nosotros mismos, por eso necesitamos mirarnos en ella al igual que nos miramos en un espejo, para encontrar nuestra verdadera esencia. Es por ello que buscamos en las religiones ese momento y esos elementos que nos pueden convertir en seres felices o en busca de la felicidad, de una vida buena y mejor.
Pienso que en todas las religiones aquello que se trata de eliminar es el yo, suprimir lo que somos para no ser los causantes del mal ni del bien, como se dice “muerto el perro se acabó la rabia”. Así ya no queda nada que satisfacer, eso sí, podemos satisfacernos de una manera materialista, comprar caprichos, tener más y más, el último móvil, y así nuestro yo sumiso bajo el nombre de una religión tiene todo tipo de perdón.
En cualquier caso a la vida hemos de sacarle todo el jugo posible. La felicidad es limitada y terrestre. Nace de nosotros que hemos de cultivar lo que está en nuestro poder como dato natural.
Escrito en felicidad « WordPress.com Tag Feed
VÍA YO EVOLUCIONO
No hay comentarios:
Publicar un comentario