Anteriormente, cuando me sentía perdida, uno de las primeras cosas que hacía era buscar afuera las respuestas. Buscaba en libros, profesores y gurús con la esperanza que ellos me proveyeran la siempre elusiva solución.
Encontré que tener un punto de vista de "dentro hacia afuera" significa ser capaz de confiar completamente en mi guía interna. Es como si lo que yo siento, tiene un impacto en mi universo entero.
Si las cosas parecen retadoras, en lugar de tratar de cambiarlas físicamente empecé a examinarlas con mi mundo interno. Si estoy estresada, ansiosa, infeliz o algo similar, voy adentro de mi misma y tiendo a ser eso, primero. Me siento conmigo misma, camino en la naturaleza o escucho música hasta que logro centrarme en dónde me siento en calma y sosegada. Me doy cuenta que cuando hago eso, mi mundo externo también cambia y muchos de los obstáculos simplemente desaparecen sin que realmente haga nada.
Si me tomo el tiempo para buscar mi centro, sin importar lo que la gente a mi alrededor piense, muchos de los primeros bloqueos y tropiezos desaparecen una vez que soy consciente de mi conexión con el Todo, sintiéndome en calma y feliz. Recibo mucha claridad durante estas sesiones y simplemente, al estar centrada, muchos de los retos dejan de existir.
Cuando vivimos completamente desde la mente durante un largo periodo, perdemos contacto con el ser infinito y luego empezamos a sentirnos perdidos. Esto pasa cuando estamos dedicados a hacer todo el tiempo, en lugar de ser. Lo segundo significa vivir desde el alma y en un estado de permitir. Permitirnos ser quienes somos, sin juicios.Ser no quiere decir que no hagamos nada. Es sólo que nuestros actos se derivan de seguir nuestras emociones y sentimientos, estando presentes en el ahora. Hacer por otro lado está enfocado en el futuro, con la mente creando una serie de tareas que nos tiene de aquí para allá con el fin de lograr un resultado en particular, sin contar para nada con nuestro estado emocional presente.
He descubierto que para determinar si mis acciones vienen del "hacer" o del "ser", sólo necesito mirar a la emoción detrás de las decisiones que tomo a diario. ¿Es miedo o es pasión? Si todo lo que hago cada día es dirigido por la pasión y el entusiasmo por la vida, entonces estoy "siendo", pero si mis actos son el resultado del miedo, entonces estoy "haciendo".
Anita Moorjani, "Muero por ser yo"
VÍA VIVIR EN LA LUZ
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