Darte permiso para sentir rabia o pensar algo que produce rabia,
no significa que tengas que insultar a tu pareja
– eso, con suerte, aliviará la sensación de rabia pero no transformará la rabia
en una guía hacia tu alma. Sentir una emoción significa pararte,
ver de frente la emoción y permitirte respirarla. Cuando uno consigue
hacerlo el tiempo suficiente, descubre cómo los efectos desaparecen
y la emoción y los pensamientos se convierten en intensidad.
Esa intensidad es nuestra alma, la puerta al conocimiento de quiénes somos,
hacia el punto de apoyo que cambia al mundo entero..
VÍA POR UN BUEN CAMINO
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