Por Eddy Montilla
La familia Molina estaba en la sala. “He mandado llamar al vecino porque me atrevo a jurar que es él quien ha estado robándose y matando las gallinas.”
“Tienes razón, papá. Si hasta yo mismo lo he visto merodeando por nuestro gallinero.” Dijo uno de los hijos.
“Ese hombre no tiene trabajo, camina como un ladrón, habla como un ladrón y hasta viste como un ladrón,” añadió la esposa al tema.
“¡Señor Molina! ¡Señor Molina!” Gritaba el vecino desde afuera. Y cuando todos salieron, antes de que el padre pudiera decir algo, el vecino levantó un brazo con una jaula en la cual estaba un zorro. “Este es el animal que ha estado matando sus gallinas, señor Molina. Me tomó tiempo, pero por fin lo he atrapado. Y por cierto, ¿Para qué me mandó llamar?
En ese momento, la esposa del señor Molina lo vio hablando, caminando y vestido como cualquier otra persona, y el señor Molina, por su parte, solo pudo decir: “Eh, este… yo solo quería decirte que nosotros estamos muy contentos de tenerte como vecinos.
No dejes que los prejuicios se lleven lo mejor de ti, mi querido amigo.
VÍA YO EVOLUCIONO
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