"En ciertas regiones del mundo, hay plantados en los cementerios
árboles frutales, y no está prohibido a los que los visitan,
recoger los frutos para comerlos. Tal vez pensáis: «Comer los
frutos de los árboles que crecen en medio de cadáveres, ¡qué
horror!» Pero, ¿De dónde creéis que proceden los frutos que
coméis? Desde hace miles de años, ¿cuántas generaciones de
seres humanos se han sucedido en la tierra…? ¿Y dónde
pensáis que están sus cuerpos…? La tierra entera es un
cementerio. Por todas partes donde vamos, andamos sobre
cadáveres, y lo esencial de nuestra alimentación crece sobre
cadáveres. Sólo que las plantas, son grandes alquimistas y lo
transforman todo. Aunque se les de abonos químicos, desechos o
cadáveres, con ello hacen flores y frutos.
Por lo tanto, cuando veis árboles frutales cubiertos de frutos
maduros, pensad en este trabajo de transformación que son
capaces de hacer. Acercaros a ellos y pedidles que os ayuden a
realizar también este trabajo en vosotros mismos, con el fin de
dar bellos frutos perfumados y sabrosos: pensamientos luminosos,
sentimientos calurosos. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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