Elena toca la bocina para que el auto que está delante de ella se mueva de una vez. Hace rato ya que el semáforo está en verde. ¿Qué le pasa a ese conductor? De pronto observa que tiene sus manos tensas en el volante y entonces recuerda que debe respirar si quiere relajarse. Toma una gran cantidad de aire, pero se da cuenta de que no le resulta fácil. ¿Qué pasa? Está molesta; muy molesta, en verdad. Después de un día agotador, ya quiere llegar a su casa. Pero no es eso lo que la perturba.
Ese cambio en su vida que hace tanto tiempo espera ¡y no llega nunca! ¿Pero qué es lo que realmente quiere que pase? No lo sabe. ¡No lo sabe! Ahora se da cuenta que en verdad lo único que tiene claro es lo que no quiere en su vida. Ya no quiere la misma rutina, ya no quiere ese encierro diario entre cuatro paredes dedicándose a algo que en verdad no le gusta. ¿Qué puedo hacer?, se pregunta.
¡Mis sueños! Elena se anima y algo se despeja en su interior. Pero claro, qué obvio resulta para ella, cómo no lo había pensado.
Justo antes de dormir escribe la pregunta en su cuaderno de sueños, con letras mayúsculas y en color rojo "¿Qué puedo hacer para salir de esta confusión?" Luego apaga la luz de su velador y repite mentalmente la pregunta unas cuantas veces antes de que el sueño venga a acompañarla.
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¡Tengo que anotarlo altiro o lo voy a olvidar! No sabe si lo dice o sólo lo piensa, pero Elena se incorpora en su cama esa madrugada, toma su cuaderno de sueños y escribe con la escasa luz que se desliza por entre las cortinas de su dormitorio:
"Como flotando en el aire, se aparece ante mí una imagen: mi Iphone con el mensaje de color azul grisáceo que se despliega cuando aún está sin desbloquear. Y dice: “Lo que más deseo en la vida es...” La frase no está terminada. Pero al observarla tengo esa comprensión típica del estado del sueño, donde entiendo más allá de lo obvio. Siento que con esa imagen me dicen “tienes que aclararte respecto de lo que quieres y desearlo con todo tu corazón.”
Está tan emocionada, que no quiere seguir durmiendo, aunque aún es temprano. Quiere analizarlo inmediatamente, pues el sueño no es muy largo y no le tomará mucho tiempo. Entonces comienza:
Iphone: aparato multifuncional de última generación. Es a la vez un teléfono y un mini computador conectado a internet. Tiene GPS, da el tiempo, es alarma, es Ipod, es todo.
SMS: mensaje personalizado e instantáneo. Cuando el teléfono está bloqueado, el mensaje se lee igual.
Con esos dos simples símbolos ya puede formular una pregunta y escribe en su cuaderno: ¿Me llega un mensaje del Universo que pasa a través de mis bloqueos y me dice “tienes que enfocarte en lo que realmente quieres y desearlo con todo tu corazón"?
¡Qué lindo! ¡Gracias! Suspira, emocionada. Y a continuación cierra sus ojos e intenta centrarse ya no en lo que no quiere, sino en la vida que querría para ella si todo fuera posible. Abre sus ojos y escribe:
"Lo que más deseo en la vida es…"
Edna Wend-Erdel
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