“Le preguntaron una vez a Utuais, el sufi:-¿Qué es lo que te motiva a vivir con tanto entusiasmo y entrega todos los días?Y él respondió:-Cuando me despierto en las mañanas me siento sorprendido de estar vivo y no muy seguro de vivir hasta la noche. Por eso me maravillo cada vez que saco agua del pozo o corto un trozo de madera.-Pero esto lo sabemos todos.-Sí, lo saben, pero no lo sienten, así como nadie se puede embriagar a base de comprender intelectualmente la palabra vino”.
Para recordar:
Mantén siempre una visión optimista de la vida. Minimiza lo negativo y dedícate a resaltar todo lo positivo, que también está presente, para suavizar la situación. No seas profeta de lo negativo.
Detén la película y disfrútala. Tómate unos minutos para observar, profundizar y reconocer tus sentimientos en un momento dado. ¿Has notado cuánto han crecido tus hijos o han florecido las plantas de tu jardín?
Bájale la velocidad a tus días. Generalmente vas con tanta prisa que te pierdes la posibilidad de disfrutar de todas las cosas buenas y especiales que ocurren en tu vida. Detente y siéntelas para darle más calidad a tus días.
Sé agradecido. Da siempre las gracias a todas las personas que te permitieron vivir la experiencia de una mejor manera. Agradece al señor Dios por todas las bendiciones y los regalos esenciales.
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