viernes, 15 de junio de 2012

UN NUEVO CAMINO...♥



Carmen Robayna

Normalmente no veo la televisión, creo que ese cubo animado tiene como finalidad principal la de “meternos miedo” y mantenernos a raya.

Con la excusa de informarnos, la mayor parte de los noticiarios se centran casi exclusivamente en la crónica de sucesos, más que en lo que realmente pasa a nuestro alrededor.

Estoy segura de que en el mundo también suceden muchas cosas buenas a diario, muchísimas.

El problema es que la bondad, la solidaridad y la alegría no venden, por eso no nos las muestran. Preferimos la violencia, el sufrimiento ajeno y los desastres en general. Cosas del ser humano.

Como te decía, suelo usar la televisión para ver películas fundamentalmente, pero en estos días estoy más atenta que de costumbre a las noticias.

La crisis económica que ya se ha extendido como una plaga por la mayoría de los países avanzados está llenando horas y horas de “información.”

Básicamente, el mensaje principal es éste: “A pesar de los planes de rescate, existe una tremenda alarma (roja) general. Las cosas se están poniendo mal, muy mal, pero, según los expertos, lo peor está aún por llegar.”

Vaya, qué consuelo. Fíjate en cómo se le da forma a los mensajes que recibimos.

Es increíble cómo ciertas palabras pueden hacer mella en nuestra mente, en nuestro corazón, y hacer que nos unamos a esa sensación de alarma, urdida por quienes hábilmente filtran lo que se desea que sepamos, es decir, los que manejan la información.

Lo peor está aún por llegar. ¿Quién lo sabe con certeza? ¿Y qué es “lo peor” exactamente, según esos sabios expertos? ¿Nos caerá un meteorito en la cabeza, nos quedaremos sin casas, sin alimentos, contraeremos enfermedades, perderemos a nuestras familias?

Date cuenta de cómo con palabras así, con frases así, se puede crear en tu pecho una presión, una sensación de inseguridad y angustia fácilmente reconocibles: El Miedo.

Las palabras son muy importantes, tanto, que si aprendes a utilizarlas adecuadamente puedes cambiar tu entorno, tu vida, tu futuro.

Con palabras puedes modificar la opinión de la gente que te rodea.
Con palabras te unes a la gente que amas, te separas de la que no quieres, demuestras tu amor a tus hijos, te defiendes de tus enemigos….
Con palabras declaras la verdad y creas una mentira.

En el network marketing, usamos palabras para atraer distribuidores, para vender productos, para motivar a nuestro equipo.

Hagamos un entrenamiento especial.
Durante un mes enfócate en escuchar las palabras que salen de tu boca.

También en aquéllas que escuchas dentro de tu mente. Las que te dices a ti mismo.

Fíjate bien. ¿Son palabras de aliento, alegría, prosperidad, riqueza, amor, ó más bien de miedo, reproche, envidia, recelo, pobreza?

Muchas veces la gente del network marketing está siempre buscando herramientas nuevas, conceptos nuevos, nuevos sistemas, y no se da cuenta de que algunas herramientas básicas -que no usan- están dentro de ellos mismos.

Escucha tus palabras. Cambia las que no sirven a tu prosperidad, las que sólo te atemorizan y te mantienen pobre y asustado. No permitas que tus palabras sirvan para hacer daño a otros, para dominarles ó para hacer que se sientan mal.
Usa tus herramientas personales. Son gratis…

Si todos comenzáramos a decir, por dentro y por fuera, que pase lo que pase estamos a salvo, que el éxito es nuestro, que todo lo que ocurre en nuestra vida es para nuestro bien, y que fracasar es simplemente aprender, no habría fuerza alguna que pudiera con nuestra especie.

Las palabras positivas siempre, siempre traen acontecimientos positivos.

¿Sabes lo que pienso yo de esta crisis? Que es una fabulosa oportunidad para crecer y avanzar. Que está rompiendo los cimientos de un sistema económico basado en la avaricia, en lugar de en la solidaridad, y que de esas ruinas van a salir muchas cosas positivas.

Para mí, crisis significa cambio. Algo muere y algo nace. Es ley de vida. Estamos viviendo un momento histórico, se cierra un ciclo, una era, y somos espectadores privilegiados de la nueva etapa que se abre ante nosotros.

Podemos vivirla con miedo, con ansiedad, pensando que el mundo se hunde y que vamos a perderlo todo, ó podemos verla como un acontecimiento que puede hacer de este planeta un lugar mucho mejor para que todos vivamos en paz.

Por mi parte, mis palabras apoyarán siempre esto último.

Haz que las tuyas sean siempre para construir. Y entierra para siempre las que te apartan de tu meta.

Como diría mi madre, cuando se me escapaba alguna palabrota….
¡Cuida tu lenguaje!

Fuente: http://www.jesustorralba.com

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