LA MINA DE ORO...♥

 

La ambición está más descontenta de lo que no tiene que satisfecha de lo que tiene. Fénelon.

Siempre había escuchado hablar de una mina de oro oculta en la montaña. Hasta que un día se sintió con fuerzas para ir a buscarla.

Llegó y comenzó la tarea.

Y a poco se encontró con una veta que lo deslumbró.

La examinó intensamente.

Pero concluyó que no era eso lo que quería. Que si tan cerca existía un depósito de tal magnitud y de tal pureza, seguramente había otro más grande y más rico.

Y siguió adelante.

Plantó su nuevo campament0 y comenzó a excavar. Y fue así: pronto apareció un depósito más grande y más puro del anhelado metal.

Pero todo fue igual.

Después de examinarlo decidió que si había encontrado ese yacimiento, seguramente existiría otro mayor.

Y aunque nunca tenía la información exacta de lo que pretendía, siempre experimentaba que nunca nada era suficiente.

Y miles de veces abandonó su hallazgo para buscar y buscar esa quimera que lo fascinaba sin conocer claramente su forma.

Y pasaron los años, formados por muchos días iguales.

Y Pedro envejeció sin abandonar su empresa. Su inacabable empresa.

Y murió.

… No se sabe si esto sucedió hace meses o años. Según los sabios no tendría importancia.

Porque hace algún tiempo dijeron los que pasaron por el lugar, que el cadáver de Pedro seguía y seguía cavando en la montaña, sin encontrar reposo.

Siempre exigido.

Nunca nada le había sido suficiente para poder quererlo. Porque nada era todo.

Y ahí andaban sus huesos fatigados y ansiosos…Tomado del libro: “Cuentos para vivir”.Julio César Labaké