No dudes en decir “¡no!” siempre que sea necesario. Te librarás de muchos problemas y de personas aprovechadas y tóxicas que pueden confundir bondad con debilidad. Te invito, amable lector, a traer a tu mente hechos del pasado que te causaron dolor, estrés, problemas añadidos a otros problemas iniciales, indecisión que se transformó en estados de ansiedad, etc. Lo más probable es que detrás de la mayoría de estas situaciones dolorosas y estresantes encuentres tu falta de asertividad: el temor a que tu criterio, tu forma de ver las cosas, tu decisión, pudiera ser criticada por los demás.
El miedo a lo que los demás puedan pensar o decir de nosotros y a las reacciones que tengan si decimos lo que pensamos nos mantiene en un constante estado de preocupación, inquietud e indefinición, lo que nos instala peligrosamente en una situación de estrés y de ansiedad que puede llegar a enfermarnos física y psicológicamente.
¿La solución? Aprender a defender tu criterio y decir lo que piensas sin exaltarte, sin gritar, de manera firme y sosegada, manteniendo tu paz y equilibrio interior y con una media sonrisa en tu rostro. La sabiduría esencial es autenticidad y firmeza serena y amable, que no permite ni chantajes, ni manipulaciones, ni servilismos o debilidades que resquebrajen tu dignidad.
Bernabé Tierno.
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