LA VISUALIZACIÓN...♥
Vincent Roazzi
La visualización permite poner en práctica la habilidad creativa que todos tenemos. La visualización enciende la chispa creativa que constituye la base de toda creación. Lo que realmente transforma esa chispa en el fuego ardiente de la realidad es la creencia emocional que ponemos en ella. Es verdaderamente asombroso lo fácil que resulta poner en marcha este impresionante poder. No hay nada sobrenatural en ello: es casi lo mismo que soñar despierto. Se basa en el principio que el cerebro piensa a través de imágenes, y no puede diferenciar un hecho real de otro imaginario. Simplemente imagine o «vea» su objetivo con la mente.
La creatividad de la visualización funciona mejor cuando el éxito es un efecto residual de priorizar el éxito de los demás. ¡Existe un gran poder creativo en esa combinación! Una vez hecho eso, deje que las cosas sucedan y confíe en que, desde allí en adelante, el universo lo guiará correctamente hacia el mejor resultado posible.
Sólo necesita esta atento a los indicios. Usted ya tiene esta habilidad: nació con ella. He descubierto que lo que visualizo muy a menudo se convierte en realidad.
En el cerebro mismo, la imaginación y la realidad no pueden diferenciarse, y por eso no debería sorprendernos que las imágenes en el cerebro puedan manifestarse finalmente como realidades en el mundo físico.
La visualización, o la imaginación de la realidad, da resultado. El cerebro no puede distinguir entre una experiencia imaginaria y una real. Si usted visualiza repetidamente un hecho imaginario, éste se hará realidad.
Ese es el principio fundamental de las enfermedades psicosomáticas: la gente imagina, una y otra vez, que presenta los síntomas de la enfermedad aun cuando no exista una causa médica para ello.
Asimismo, explica el «efecto placebo» a través del cual se trata una enfermedad con píldoras de azúcar, mientras que al paciente se le dice que se le recetó un nuevo medicamento que lo curará.
En el proceso de visualización, además de tener la intención, usted debe creer. Si la intención es la semilla que le da forma a su realidad, la fe puede compararse con el sol o la lluvia que acompañan el crecimiento de la semilla.
Cuanto más sol y lluvia recibe la semilla, más crece hasta alcanzar su máximo desarrollo. Del mismo modo, cuanto más creamos en la intención, más se manifestará ésta en la realidad.
Podemos creer más o menos, y eso tiene que ver con lo convencidos que estemos de la posibilidad de la proposición. La combinación de entusiasmo, fe e intención produce resultados positivos. Cuanto más entusiasmo, o emoción, pongamos para respaldar la creencia, más experimentaremos la realidad de nuestra visualización.
Es necesario evitar a la gente negativa porque sus intenciones y creencias son negativas. Las intenciones y creencias negativas de los demás cancelan nuestras intenciones y creencias positivas.
No hay que revelar nuestros sueños y aspiraciones; si nadie conoce las experiencias positivas que estamos tratando de experimentar, no tendrán la oportunidad de plantar involuntariamente las semillas negativas que provoquen la cancelación de nuestras intenciones positivas.
Cuando una persona negativa entra en contacto con otra, el poder destructivo combinado de la negatividad de ambas es mayor que la suma del poder destructivo de cada negatividad individual. Si deseamos tener éxito, tenemos que evitar a las personas negativas a toda costa, quienesquiera que sea.
Hasta que no hayamos logrado poder sobre nuestra negatividad de la cual el éxito constituye la prueba de fuego, tendremos una tendencia a lo negativo. Dicha tendencia basta para derrumbar nuestros esfuerzos cuando está aumentada por la presencia de otros sistemas negativos.
Si un sistema positivo entra en contacto con uno negativo, logramos un efecto «cero» y deseamos lograr más de «cero». Aun cuando pongamos nuestro mejor empeño por ser positivos, el contacto con personas negativas echará por tierra nuestros esfuerzos.
Sin un esfuerzo dirigido que provoque lo contrario, todo tenderá al desorden, lo cual se considera un resultado negativo. Todo tiende a desordenarse sin intervención. Si no realizamos un esfuerzo directo por tener pensamientos positivos, tendremos pensamientos negativos.
Si no realizamos un esfuerzo directo por conseguir el éxito, fracasaremos. O bien estás ocupado en crecer o estás ocupado en morir.
Fuente: http://www.angelesamor.org
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