Quisiste forjarte una autoestima fuerte
quisiste ser amado, ser alguien valioso.
Tu autoestima era tu mejor tesoro,
tu mejor carta de presentación
pero poco a poco, la opinión de los demás
comenzó a afectarte.
Dejaste de valorarte.
Ahora tienes que empezar de nuevo,
con tu mejor voluntad y tesón.
Siempre fuiste un cabezón
que lograba todo lo que se proponía.
Sé que volverás a ser el que eras.
Hasta pronto.
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