martes, 13 de diciembre de 2011

ÁNGELES EN LA TIERRA...♥

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Queridos niños humanos,

Yo soy la voz de la Tierra. Yo los conozco desde siempre. Cada paso vuestro es sentido y reconocido por mí. Al nivel más profundo somos uno. Hay una conciencia que nos envuelve a ambos. Esta conciencia es majestuosa e indesignable. Es el espíritu de Dios. Es misteriosa y al mismo tiempo profundamente familiar. De la mano de esta Conciencia creativa se despliega el juego de nuestra unidad. Juntos jugamos un juego; somos compañeros en una relación que ha evolucionado a través del tiempo. Esta relación ahora está preparada para una transformación. Estamos entrando en una nueva era. Pero primero les contaré más acerca del comienzo del proceso de nuestra cooperación juntos. Es diferente de lo que ustedes podrían esperar.

En nuestro primer encuentro ustedes aún no eran humanos. No poseían un cuerpo físico. No estaban encarnados en la Tierra. Ustedes eran un ángel. ¡Y no simplemente cualquier ángel! Ustedes pertenecían a una familia de ángeles que intentaban pavimentar el camino para una nueva aventura en el cosmos. ¿De qué se trataba esta aventura? Lo explicaré en términos muy simples. En el cosmos existe la ley de que lo semejante atrae a lo semejante. Por ejemplo, después de que mueren en la Tierra ustedes automáticamente son halados hacia un área en el mundo espiritual que refleja vuestro estado de conciencia. Vuestro entorno es un reflejo directo de cómo se sienten ustedes por dentro. Hay una unidad entre lo interno y lo externo. En el mundo espiritual hay reinos de luz y reinos de relativa oscuridad. Estos reinos están separados. Éste no es el caso de la Tierra, o así es lo que parecería. En la Tierra están presentes todas juntas muchas clases de conciencias diferentes e interactúan unas con otras. Hay una gran diversidad, y por lo tanto la Tierra es como un enorme crisol de diferentes reinos de conciencia.

Incluso aquí, es el caso de que ustedes crean vuestra propia realidad por vuestro propio estado interior de conciencia. Sin embargo, esto es algo que gradualmente llegan a entender en el curso de una profunda búsqueda espiritual. Al comienzo ustedes son enormemente distraídos en la Tierra por un mundo externo que no parece ser creado por vuestra propia mente en absoluto. Por el contrario, ustedes parecen ser el producto de esa realidad más que su creador. En el mundo espiritual la unidad entre lo interno y lo externo es simplemente algo conocido, concreto y palpable. En la Tierra se requiere de una conciencia altamente evolucionada para comprender tal unidad y para tomar responsabilidad por uno mismo como creador.

En la Tierra se lleva a cabo un experimento especial. Cuando ustedes están aquí en forma física un velo es puesto sobre ustedes de modo que no reconocen vuestro propio poder creativo divino. Permanece ahí hasta que despiertan y ven que ustedes son Dios en el centro de vuestro ser. Luego el velo se cae y también reconocen la unidad subyacente que penetra a todas las criaturas vivas de la Tierra. El proceso de despertar en la Tierra es intenso, y la existencia misma de la Tierra le da un impulso evolutivo a todo el mundo espiritual. Especialmente en el mundo espiritual puede haber una falta de cambio y de dinámica. En verdad ha tomado lugar el estancamiento porque todos los reinos están muy nítidamente separados. El cambio-crecimiento, la evolución, ocurren cuando ustedes se encuentran y confrontan con lo diferente. Cuando yo hablo de tropezar con lo diferente no me refiero a tener una cortés charla con eso, sino más bien a una verdadera zambullida en eso. Ustedes aprenden y crecen de diversas formas de conciencia no al estudiarlas “desde arriba”, sino volviéndose ellas. Esto es exactamente lo que sucede cuando ustedes se zambullen en la encarnación en la Tierra. Se sumergen en lo profundo, y al encarnar se conectan con diversos reinos de conciencia. Así es como ustedes forjan un puente entre reinos del ser que de otro modo no se habrían conectado.

Ser un humano significa ser un puente entre reinos ampliamente variables de conciencia. En la forjadura de ese puente yace la esperanza para una expansión de la conciencia en todos los reinos del mundo espiritual. Incluso el reino más altamente evolucionado en el mundo espiritual gana un impulso de crecimiento y renovación por el gran experimento en la Tierra. Los seres humanos son capaces de explorar los extremos de la luz y de la oscuridad y de finalmente reconocer la unidad detrás de todas las formas y apariencias. Cuando el ser humano comienza a alcanzar esta conciencia de unidad por dentro pasa a ser un creador consciente en la Tierra, y su presencia tendrá un efecto transformador y sanador sobre todas las criaturas vivas con las que entre en contacto.

Crear conciencia de unidad es la misión de vuestra aventura en la Tierra. Yo comencé esta historia mencionando que cuando en un principio comenzamos este proceso de cooperación, ustedes no eran humanos sino ángeles. Vuestra conciencia aún no se había unido a ninguna forma material y ustedes se sentían fuertemente conectados a los otros ángeles que los rodeaban, vuestros hermanos y hermanas. Había una unión tan fuerte entre ustedes que se sentían como las células de un organismo. Ustedes trabajarían para un bien común de un modo obvio, desinteresado, siendo de la misma mentalidad y corazón. En un cierto momento ustedes oyeron un llamado de la Tierra. Fueron invitados a embarcarse en un viaje con este planeta. ¿Por qué ustedes? Para hacer corta una larga historia: entre los ángeles ustedes fueron los valientes. Eran intrépidos, apasionados y sí algo tercos y obstinados. Se ha sostenido que ustedes fueron desterrados del paraíso debido a vuestro deseo de conocimiento y a vuestra obstinación. Y sí, en verdad ustedes eran curiosos y un poco revoltosos también. ¡Pero así era precisamente como se esperaba que fueran! ¿Ustedes creen que Dios cometió un error al crearlos? Bueno no, Dios sabía exactamente qué estaba haciendo y dicho sea de paso, Dios no considera nada como malo o pecaminoso fácilmente. Dios es perfectamente capaz de vivir con vuestros “pecados”. Ustedes son los que más sufren por eso.

Aunque es comprensible que como seres humanos ustedes puedan arrepentirse de vuestros propios actos, no es sabio estar eternamente acongojado por ellos. Con respecto a esto ustedes han sufrido mucho por vuestra religión la cual ha puesto tanto énfasis en la culpa y el castigo. Dios es más amoroso y compasivo de lo que ustedes jamás pudieran creer que sea posible. Ustedes son perdonados antes de equivocarse. Dios de todo corazón les concede el espacio para cometer errores. Ella/Él más bien prefiere que ustedes consideren vuestros propios errores con ecuanimidad en lugar de apalearse por ellos. Todos esos “errores” son pasos en el viaje interior, el viaje en el que ustedes llegan a conocerse completamente. Este viaje no necesita ser recto, es un hecho que sea errático. Sin giros y vueltas no hay experiencia, y sin experiencia no hay despertar. Primero ustedes tienen que perderse para poder volver al Hogar conscientemente. Ustedes fueron aquellos que asumieron totalmente la experiencia de la “perdición”, con la pasión y la obstinación que Dios él/ella misma plantó en vuestros corazones. ¡No obstante, yo me estoy desviando un poco de mi tema!

Una vez que ustedes oyeron el llamado de la Tierra entraron a mi dimensión. Encontraron un planeta rico en vegetación, con verdes bosques, océanos infinitos y un reino animal floreciente. Ustedes se sintieron conmovidos por la belleza y la riqueza que había sobre mí. Se sintieron invitados a participar en esta vida, a inspirarla y a nutrirla con la energía angelical que estaba a vuestra disposición. Yo estaba feliz con vuestra llegada. Ustedes eran mis pastores; ayudaron a cuidar la vida y hasta plantaron semillas de cambio e innovación dentro de las formas de vida que existían. ¿Cómo lo hicieron? Ustedes estaban tan cerca de la Fuente del poder creativo que tenían habilidades mágicas, como uno las llamaría hoy. Ustedes se permitieron imaginar nuevas formas de vida excitantes y estas imaginaciones llegaron a ser semillas espirituales que se juntaron a las formas de vida ya existentes. Ustedes impregnaron la vida con nuevas ideas. Así es como la evolución biológica tuvo lugar. Todas las formas biológicas nacen del Espíritu. Las formas físicas, materiales, son la manifestación de fuerzas naturales. El espíritu es mucho más fuerte de lo que ustedes asumen. Han crecido en un marco mental materialista, el cual les dice que lo físico – como es descripto por la ciencia de la física – es la base de la realidad. En realidad lo opuesto es verdad. El espíritu no es el producto de la materia sin conciencia. Toda la materia está impregnada de una conciencia creativa que la sostiene.

 Pamela Kribbe 2011
Sitio en español: www.jeshua.net/esp
Traducción: Sandra Gusella

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