"Cuando eres realmente infeliz, totalmente infeliz --cuando no hay siquiera un rayo de esperanza--, renuncias de súbito a toda la infelicidad. ¿Por qué? ¿Por qué sucede esto? Porque la infelicidad no se aferra a ti, sino porque tú te aferras a ella. Y cuando sientes una angustia total, renuncias a ella, no hay nadie que la cargue por ti.
Nunca la habías sentido tan intensamente; siempre lo has hecho a medias. Sientes un poco de tristeza, pero siempre hay una esperanza en el futuro: mañana llegará la felicidad; un pequeño desierto, pero el oasis está cada vez más cerca. Y gracias a la esperanza, la infelicidad sigue ahí.
Todo mi esfuerzo es para matar la esperanza, para sumirte en una oscuridad tal que ya no puedas permitir ningún sueño. Y cuando esta intensidad alcanza el centésimo grado, tú te evaporas y ya no podrás seguirla cargando. De repente, y sin importar cómo la llames --la infelicidad, el ego, la ignorancia, el desconocimiento, o lo que sea--, desaparece".
Osho, Palabras de fuego. Reflexiones sobre Jesús de Nazaret
http://osho-maestro.blogspot.com/
Nunca la habías sentido tan intensamente; siempre lo has hecho a medias. Sientes un poco de tristeza, pero siempre hay una esperanza en el futuro: mañana llegará la felicidad; un pequeño desierto, pero el oasis está cada vez más cerca. Y gracias a la esperanza, la infelicidad sigue ahí.
Todo mi esfuerzo es para matar la esperanza, para sumirte en una oscuridad tal que ya no puedas permitir ningún sueño. Y cuando esta intensidad alcanza el centésimo grado, tú te evaporas y ya no podrás seguirla cargando. De repente, y sin importar cómo la llames --la infelicidad, el ego, la ignorancia, el desconocimiento, o lo que sea--, desaparece".
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