jueves, 8 de septiembre de 2011

DEJEN DE MALDECIR EL FUTURO Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan








Profetizamos el futuro por las palabras que decimos en el ahora. Nuestras palabras son siempre una profecía auto-realizada. No planten semillas negativas: profeticen sólo el bien y la intención del bien. Pueden cancelar los planes mejor trazados del Universo con sus propias palabras negativas y reflexiones negativas. La muerte y la vida son el poder de sus palabras. Ustedes tendrán lo que dicen. Sus palabras van a dar vida exactamente a lo que están diciendo.

Cuando hablamos estamos dando vida a lo que estamos diciendo, estamos plantando una semilla. Vamos a recibir exactamente lo que estamos diciendo. Las palabras son como las semillas: tienen poder creativo. Somos quienes somos hoy gracias a las palabras que hemos dicho en el pasado. Todas nuestras palabras se convertirán en una profecía auto-realizada. Escuchen lo que dicen de ustedes mismos. Los pensamientos negativos no necesitan convertirse en palabras negativas. En el momento en que dicen algo abiertamente, asume todo un nuevo significado y toda una nueva energía. Si no les gusta lo que están experimentando, comiencen a cambiar sus palabras.

Es mejor no decir nada que decir algo negativo. Las palabras negativas cancelan el plan de Dios, están maldiciendo su futuro, están maldiciendo su vida con sus palabras. Pueden usar sus palabras para maldecir su vida o pueden utilizar sus palabras para bendecirla. Digan palabras de fe, declaren las bondades de Dios en su luz y en su corazón. Dondequiera que vayan, cambien la atmósfera con sus palabras. Llamen a lo bueno, llamen a la luz, llamen al amor y llamen a la ayuda divina.

No hablen de problemas, hablen de soluciones. No somos los reporteros de nuestra vida, sino los pronosticadores de nuestra vida. Deberíamos llamar a lo invisible como si ya fuera visible. Llamen a lo que desean, llámenlo con palabras llenas de fe, llámenlo con luz. Cambien su mundo al cambiar sus palabras. La muerte y la vida están en el poder de su lengua. ¿Están dando a luz o están destruyendo?

Las circunstancias se alinean con cada palabra que dicen; sus palabras son una profecía auto-realizada. Ustedes son los creadores de sus propias circunstancias. Pueden cambiar lo que han creado con sus palabras. Cuando reaccionamos negativamente a los cambios repentinos y al caos en nuestra vida estamos retrasando el propósito de su creación. Si aceptamos el caos como una oportunidad para la elevación espiritual, entonces el dolor desaparecerá. Sólo nosotros determinamos la rapidez con la que pasa la agitación. Hay futuros innumerables que existen al mismo tiempo. Nuestro propio comportamiento determina en qué universo entramos. La profecía está viendo el futuro en nuestras acciones presentes

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