Una mañana, en el estudio de mi maestro
de pintura, me sentí perdido ante mi cuadro naciente
y le pedí ayuda para resolver un problema… técnico.
Me respondió: Tú prueba,
eres tú mismo quien debe hallar la solución,
tú te has planteado el problema.
Si yo te doy una solución será mi solución,
no la tuya, no la de tu obra.
La técnica adecuada surge del
mismo proceso creador, no le viene de fuera.
Pedro Antonio Urbina
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