Los humanos son miembros de Familias Angélicas. Cuando decidimos participar en el Juego Terrestre, parte de nuestra Familia Angélica quedó fuera del Juego para mantener un equilibrio energético, ayudándonos a recordar de dónde venimos. La otra mitad, nosotros, nos unimos a los ciclos de re-encarnación y entramos (en ese momento) en la nueva realidad del Juego Terrestre. Ahora nos hemos convertido en los Maestros del Juego.
Como los Ángeles que permanecieron fuera del juego se trepan para entrar en el juego ellos mismos, nosotros somos los guías y los maestros que los ayudarán a través de la experiencia.
Imagínense un piloto que ha volado sobre la India muchas, muchas veces, pero que en realidad nunca haya aterrizado ahí. ¿Le preguntarían sobre cómo hacer preparativos de viaje en tierra firme? ¿Dependerían de él para saber cuáles restaurantes son los mejores? ¿O en cambio confiarían en un lugareño, que ha vivido en la India durante toda su vida (y probablemente muchas, muchas vidas), y que ha desarrollado un conocimiento y sabiduría nativos?
Existe una razón de que tantos de nosotros hayamos experimentado el ser “abandonados” por nuestros guías. Es hora de aproximarnos a nuestra propia Maestría, a nuestra sabiduría y autoridad. Hemos dependido de nuestros Guías, nuestros Maestros/Gurús y/o los Ángeles para que nos digan qué hacer y cómo ser. Es hora de que nos convirtamos en los maestros y los guías. A medida que pasamos por esta transición, somos más capaces de conectarnos con nuestra Guía Interior. Esta parte de ustedes nunca les dará información basada en el miedo porque sabe que su éxito está garantizado. No hay nada “malo” que puedan hacer que estropee sus oportunidades de avanzar con la Nueva Tierra.
Y la naturaleza de la canalización también ha cambiado. Solía ser que la persona prácticamente se iba (entrar en trance) y dejaba que otro ser desencarnado, presuntamente más sabio, hablara a través de él. Más recientemente empezamos a hacer la canalización consciente, cuando la persona todavía está ahí, pero deja que otro ser tenga el control mayoritario de la comunicación.
En cuanto a mí, y muchos otros canales que conozco, esto ha cambiado de nuevo. No es un ser superior y más sabio el que está hablando. Es más como una combinación de muchos seres, incluyendo al canal, los Aspectos del Sí Mismo Mayores de todos los que participan, así como quien sea que haya sido invitado a unirse a nosotros desde los reinos invisibles. (Me gusta Saint Germain, Kuthumi, Ahrazu/Osiris e Isis porque todos ellos han experimentado la vida en el Juego Terrestre. En realidad entienden cómo es aquí). Es como si le estuviera dando voz a la sabiduría de los humanos y la experiencia humana.
La intensa energía reciente nos presenta la oportunidad de soltar toda la preocupación, el parloteo mental y verbal y el apego emocional. Sin ese molesto ruido podemos darnos cuenta de nuestros recién despiertos sentidos. (Impedir que nuestros labios se muevan tanto para que nuestros cerebros puedan empezar a trabajar.)
Recientemente exploré una vida pasada con un cliente. Esta vida se llevó a cabo hace miles de años en lo que hoy llamamos Mesopotamia a lo largo del Río Éufrates. Aunque la vida era muy simple (sin televisión, autos, Internet etc.) era muy rica porque la gente tenía muchos más sentidos de los que tenemos ahora. Ellos podían escuchar el canto de los árboles y sentir el gozo y la libertad de las aves volando sobre su cabeza. El río les hablaba, así como la Tierra. El mundo estaba vivo y comunicándose con ellos de formas que nosotros no hemos experimentado en mucho tiempo. Cuando miré a nuestra sociedad desde el punto de vista de una persona de esa remota época me horroricé. Nuestros edificios son de concreto y hierro muertos, no de piedras y maderas vivas. Nos bombardean con un constante ruido sin sentido en muchos niveles. Pensamos que la abundancia significa tener un montón de cosas y que necesitamos esas cosas porque no percibimos la riqueza de la vida a nuestro alrededor.
Todo tiene una conciencia que podemos percibir. Tomen un momento para sentir la conciencia de la silla o lo que sea en que estén sentados. En la próxima oportunidad que tengan salgan a la naturaleza, estén en silencio y abran sus sentidos sutiles. ¿Pueden escuchar la música? ¿Pueden percibir los patrones de la vida a su alrededor? Despierten a la verdadera riqueza y abundancia que está dentro y alrededor de ustedes. Esto les traerá paz y contentamiento en momentos de estrés y
cambio
Por Sarah Biermann
Junio 2011
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