El chocolate, desde hace mucho tiempo, ha sido asociado con la pasión y su reputación como afrodisíaco se remonta a los días de los aztecas y los conquistadores españoles.Naturalmente se han extraído conclusiones de la gran cantidad de jarras de chocolate que consumía el emperador Moctezuma antes de retirarse a su harén. Pero, como observa el cronista Bernal Díaz del Castillo "Dicen que el chocolate tiene propiedades afrodisíacas, pero nosotros no damos ninguna importancia a este detalle". En la obra La verdadera historia del chocolate, sus autores, Sophie y Michael Coe afirman que el que Moctezuma necesitase estimulantes sexuales era una obsesión de los españoles sin ninguna base real. Al parecer, los conquistadores sufrían de estreñimiento y "buscaban sustancias laxantes nativas tan ávidamente como si hubieran sido afrodisíacos". Sin embargo, cuando el rumor según el que el chocolate era un afrodisíaco arraigó, ya no hubo modo de pararlo Cuando el chocolate apareció en Europa, la alta sociedad del siglo XVIII se aficionó a su consumo con un entusiasmo sospechoso. Las fuentes históricas abundan en relatos en los que el chocolate es usado como afrodisíaco Casanova pensaba que el chocolate caliente era "el elixir del amor", ¡y bebía chocolate en vez de champán! Podría ser que esa creencia de los españoles tuviese que ver con el hecho de que el chocolate era uno de los ingredientes de un célebre afrodisíaco conocido como cantárida. En el siguiente relato, el Marqués de Sade usa el chocolate y la cantárida para divertir a los invitados a uno de sus bailes "Introdujo en el postre pastillas de chocolate que algunos de los presentes devoraron con fervor pero también había introducido cantárida quienes comieron las pastillas experimentaron un ardor irrefrenable Incluso las más respetables mujeres no puedieron resistir el furor uterino que les sobrevino. Y así, el Marqués de Sade pudo gozar de los favores de su cuñada".
El gran exitanteBrandon Head, en El manjar de los dioses, cuenta que después de que el chocolate hubiese sido aceptado como bebida nutritiva, todavía era considerado como "un violento estimulante de las pasiones, que debería ser prohibido a los monjes" En 1905, un periodista de la revista British Spectator publicó la siguiente advertencia "Debo advertir a mis fieles lectores que sean especialmente cuidadosos en su trato con los folletones románticos, el chocolate, las novelas y otros excitantes cuyo uso considero personalmente muy peligroso"
No hay comentarios:
Publicar un comentario