Una niña estaba en la playa con su padre, y él le pidió que probara si la temperatura del agua era buena. Ella tenía cinco años y se entusiasmó de poder ayudar; fue hasta la orilla y se mojó los pies.
-Metí los pies, está fría- le dijo.
El padre la cogió en brazos, fue con ella hasta la orilla del mar y sin previo aviso la tiró dentro del agua. Ella se asustó, pero después se divirtió con la broma.
-¿Cómo está el agua?- preguntó su padre.
-Está buena- respondió.
-Entonces, de aquí en adelante, cuando quieras saber alguna cosa, zambúllete en ella.
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