»No permitas que la depresión o la angustia obstaculicen tu desarrollo. Cuando te deprimes, pierdes la perspectiva, olvidas y das las cosas por sentado. Agudiza tu atención. Recapacita sobre tus valores. Recuerda qué es lo que no debes dar por hecho. Cambia tu punto de vista y no olvides lo que es importante y lo que no lo es. Evita caer en la rutina. No pierdas la esperanza.
»Cuando te angustias, te sientes perdido dentro del ego, sin límites que te protejan. Se despierta en ti un vago recuerdo de falta de amor, una herida en tu amor propio, una pérdida de paciencia y de serenidad. Recuerda que nunca estás solo.
»Ten el valor de correr riesgos. Eres inmortal. Nadie puede hacerte daño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario