La tristeza puede tener cualquier forma. Dicen que al principio sólo era una semilla que volaba y volaba, sin saber dónde ir. Un día eligió el corazón de los animales y allí germinó; sobre todo en el de los humanos. Por eso todas las tristezas son parecidas y no se distinguen entre ellas. Lo que mejor le sienta es llorar y llorar; se come las lágrimas como caramelos. Sacarla a dar un paseo no es mala idea: recordad que, antes de pertenecer a nadie, volaba de aquí para allá.
RECETA PARA DEJAR DE ESTAR TRISTE:
1. Azúcar, harina, huevos. Y media sonrisa de gato.
2. Música de circo.
3. Cuatro risas de hiena; si no las encuentras, puedes intentar reírte tú mismo.
4. 100 g de cosquillas en un pie.
5. Hornear durante 30 minutos.
6. Comer el pastel con más gente, encima de un árbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario