Si quieres amor, aprende a amar a los demás, Si quieres felicidad, dale felicidad a otros.
De hecho, la manera más fácil de obtener lo que quieres es ayudando a otros a obtener lo que quieren.
Este principio del dar opera paro todo ser, sociedades y naciones.
Toma la decisión de dar a dondequiera que vayas, a quien sea que visites o veas. Siempre y cuando estés dando, estarás recibiendo.
Entre más das, adquirirás más confianza en los efectos milagrosos de esta ley. Cuando aprendes a dar aquello que buscas, activas y montas el escenario de la danza con movimientos exquisitos, energéticos y vitales que constituyen el eterno palpitar de la vida. La mejor manera de poner en operación la Ley del Dar y poner todo el proceso en circulación es tomar la decisión de que en cualquier momento que entres en contacto con otra persona le darás algo.
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