sábado, 2 de abril de 2011

LA BÚSQUEDA...


Hemos estado en la búsqueda de algo que no sabíamos en dónde buscar, o qué era lo que buscábamos.  Simplemente sentíamos la necesidad de hacerlo, porque teníamos un vacío…  un vacío que no sabíamos cómo llenar.
Por eso hemos tomado muchos Cursos, hemos asistido a muchas conferencias, hemos leído infinidad de libros y al fin comprendimos que lo que buscábamos, estaba adentro de cada uno de nosotros.  No había nada afuera que llenara ese vacío.  No había nada que encontrar que nos explicara con total certeza, cómo llenar el vacío.
Pero sucedió un día que mi Guía me pidió buscar dentro de mí y encontré esa Luz, en lo más profundo de mi corazón.   Era un lugar parecido a un santuario, en donde había un lugar especial para mí.  Llegué hasta ese lugar y tomé asiento.   Y entonces, durante unos instantes, pude ver la brillantez de ese Divino Ser dentro de mí y escuchar Su Voz que me decía: Al fin, has llegado…
Te he estado esperando…
En ese instante me sentí muy amada, muy jubilosa, muy luminosa, muy ingrávida, como si flotara, como si no fuera, como si no estuviera y al mismo tiempo, en ese instante  fui, sentí y estuve en el Amor.   No sé expresar exactamente cuáles eran mis sentimientos en ese instante, pero después me sentía flotar, estaba dichosa, llena de alegría y esa euforia me duró todo ese día y parte del siguiente.  Y sigo estando feliz.
Entonces comprendí que todo lo que existe y es está dentro de cada uno de nosotros, que lo que nos rodea y es diferente para cada uno, es únicamente nuestra propia percepción del mundo ilusorio y que todo, todo, es una única creación y estamos en y formamos parte de ella, como una Unidad, como un Todo.  Y lo más importante, que el Amor es la energía o materia de lo que todo está formado y que el Amor es Dios.
¿Cómo entonces no amar todo lo que veo? ¿Cómo entonces seguir buscando lo que ya tengo?  Dios está en mí… ¿qué más puedo necesitar

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