Las enseñanzas más elevadas expresan amor incondicional. El amor incondicional está libre de juicios, emociones y mal-estar.
Cuando aprendes a amarte verdaderamente, tu cuerpo – el templo de tu Espíritu amoroso, responderá con salud resplandeciente.
Sin embargo, por haber pasado muchos años en formas que son algo menos que amorosas, tal vez te hagan falta apoyo y práctica. Por ello te recomiendo que te rodees de personas amorosas, que tus actos sean amorosos y que participes en aquellas actividades que te despiertan al poder de amarte tu mismo. En su momento, al aprender a amarte y amar a los demás, vas a crear un terreno amoroso en el cual tu cuerpo puede sanar.
- John-Roger con Paul Kaye
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