sábado, 14 de septiembre de 2013

EL FALSO SEXISMO EN LOS RELATOS INFANTILES...♥





Actualmente el tema del sexismo se considera fundamental en la educación infantil. Se editan relatos infantiles pretendidamente “no sexistas”, en los que hombres y mujeres, niñas y niños, intercambian sus roles tradicionales.
Se argumenta que al menos una parte de esta tendencia constituye un intento de prevenir la violencia de género entre adultos. Sin embargo, esta es una forma que sólo roza los aspectos más superficiales de un tema que es mucho más complejo.
El énfasis por igualar los derechos de las mujeres a los de los hombres es encomiable pero ha ido demasiado lejos, hasta pretender anular las naturales diferencias biológicas y arquetípicas entre lo masculino y lo femenino.
Tal y como he expuesto en el artículo sobre la violencia en los cuentos infantiles, los adultos cometen el error de aplicar una cultura y unas comprensiones propias de adultos a niños de corta edad, ignorando por completo las verdaderas necesidades de éstos.
La realidad es que los niños y las niñas necesitan captar lo femenino y lo masculino, primero en lo biológico y luego en lo cultural. Sólo cuando esa base está consolidada, pueden aspirar a comprender otros modelos. Pretender que un niño de corta edad “entienda” que los hombres son receptivos y maternales y las mujeres activas y agresivas es como intentar enseñarle ecuaciones diferenciales antes de aprender a sumar y restar.
Por suerte, es difícil engañar a un niño en esa área. Todos los niños y niñas del mundo perciben a su madre como cuidadora, receptiva, nutridora, ¡y no piensan que eso es ser una estúpida! Igualmente captan a su padre como más activo, más orientado al mundo exterior, más agresivo ¡y tampoco creen que eso es ser machista!
Cuando en un cuento aparece una mujer arreglando la casa, cocinando o cosiendo, y un hombre cortando leña, cazando o defendiendo un castillo, eso no es sexismo, es presentar un mundo muy sencillo , muy arquetípico, que pueda ser comprendido por la mente primigenia infantil.
El machismo hunde sus orígenes en la noche de los tiempos. Todas las civilizaciones han sido profundamente machistas, un rasgo tanto más acusado cuanto más primitiva es esa civilización. Un rasgo, no hay que olvidar, promovido y fomentado a partes iguales por hombres y mujeres. El machismo no tiene nada que ver con masculino, puesto que las mujeres han sido profundamente machistas a lo largo de la Historia, y son las que han educado a sus hijos e hijas con valores machistas desde la cuna.
Quizás deberíamos mirar hacia el maltrato infantil para explicar una violencia que se etiqueta de sexista porque se da mayormente en el ámbito de la pareja. Sucede que la pareja es usada para descargar los traumas infantiles, y en hombres particularmente dañados por sus progenitores esta descarga puede dañar seriamente a la mujer con la que convive. Pero esto no depende de los cuentos “sexistas” que le hayan explicado de niño, sino del terror en el que fue educado.
Así pues, es mucho más importante vigilar la violencia que los roles de género en los relatos infantiles. Resulta chocante ver a algunos papás y mamás escandalizarse porque el protagonista de la historia maneja una espada y la princesa cuida la granja, para seguir leyendo con voz melodiosa cómo el cazador arranca el corazón de un ciervo, lo pone en una caja y lo presenta a una reina cruel cuya principal aspiración es asesinar a una niña que vive en una casa perdida en el bosque. ¡Muy educativo!
Dejemos que nuestros niños capten en sus mentes lo que han aprendido en sus cuerpos, a lo largo de su desarrollo. Durante los primeros años de sus vidas, presentarles un mundo sencillo, arquetípico, adaptado a su sensibilidad y a sus necesidades, sólo puede reportarles grandes beneficios.

VÍA EL TRASTERO DE MI MENTE

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