El mullah Nasrudin, personaje central de la tradición sufi, tenía una cita con un renombrado filósofo de su aldea, pero se entretuvo en otras cosas y, a la hora acordada, no se presentó.
El filósofo, después de esperar algún tiempo, escribió en la puerta de la casa de Nasrudin: “¡Irresponsable!”, y se marchó.
Horas más tarde, Nasrudin fue a casa del filósofo.
-¿Conque te olvidaste de nuestra cita? -rugió este.
-Sí, me olvidé, y te pido disculpas. Pero, al llegar a casa, vi que habías dejado escrito tu nombre en la puerta, y acudí inmediatamente
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