martes, 11 de junio de 2013

EXTRAÑA ASAMBLEA...♥




Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea.
Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El
martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que
tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además,
se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado
el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que
sirviera de algo.

Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la
expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y
siempre tenía fricciones con los demás.

Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el
metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida,
como si fuera el único perfecto.
En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo.

Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente,
la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la
deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y
dijo: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el
carpintero trabajo con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace
valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y
concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos".

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el
tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y
limar asperezas, y observaron que el metro era preciso y exacto.
Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de
calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar
juntos.

Es fácil encontrar defectos, cualquier tonto puede hacerlo, pero
encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son
capaces de inspirar todos los éxitos humanos.

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