C de Compañerismo. El Abecedario de la Felicidad...♥

“Deberíamos tener cuidado en no hacerle a un compañero lo que solo intentábamos ayudarle a hacer”
Frank A. Clark

“Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad”
José Martí

“Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos”
San Agustín

Tradicionalmente cuando hablamos de compañerismo se piensa en el trabajo o en la escuela. Pero opino que este mismo concepto puede trasladarse a una buena vecindad y a la ayuda entre personas en cualquier entorno. El compañerismo para considerarse como tal debe ser bueno, es decir, tiene que existir un cierto equilibrio. Si yo siempre te ayudo a ti y tu nunca haces nada por mi, entonces esta claro que esto no tiene nada que ver con la ayuda mutua o con el conpañerismo.

En la oficina, la fábrica, el almacén, la tienda,…

Quizás en el trabajo has tenido que convivir con un compañero de esos que llamamos “trepa”, al que no le importaba hacer cualquier cosa o pasar por encima de alguien con tal de quedar bién y conseguir medrar en la empresa, aún a costa de actuar de forma deshonesta. Así que si has topado con un“trepa” en tu vida laboral ya sabes lo que no es el compañerismo. Entonces ¿qué es el compañerismo en el trabajo? Para mi significa: trabajar en equipo, echar una mano cuando alguien tiene un mal día, regalar una sonisa, tener un gesto amable, intentar comprender al compañero, poner de tu parte para que el ambiente laboral sea lo más distendido posible,…

Entre vecinos, alumnos, familiares y amigos

El compañerismo en la escuela es que yo ayude a hacer los deberes de“mates” al amigo que es más de letras. ¡Ojo! que le ayude, no que se los haga. El compañerismo es que mi primo me ayude en la mudanza o que yo cuelgue un cuadro a la señora viuda del 5º. Alguien te puede ayudar cuando te surjan problemas y tu también eres útil a los demás cuando ellos tienen otro tipo de necesidades. Esto hace que vivir en sociedad sea más agradable.

Cuando hablo de estas cosas hay algo que siempre me gusta comentar. Cuando yo hago un favor a alguien en absoluto estoy pensando en que me lo devuelva. Pero cuando hago muchos favores a una determinada persona yo espero que me trate con generosidad y que si hay una ocasión en la que me pueda ayudar a mi que lo haga. Nunca voy a ir apuntando en una libreta los favores recibidos y los dados. No se trata de llevar una contabilidad en la que ha de igualarse el debe y el haber. En cambio creo que es justo que haya un cierto equilibrio entre el dar y el recibir.

Más C

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Todos Los lunes Felices