martes, 21 de mayo de 2013

MORIR DE AMOR...♥



Bernard Fougéres

Torffe Quintero Touma abrió así una de sus críticas cinematográficas: “Siempre he creído que el amor es lo más cercano a la muerte”. Platón traducía: “Belleza eterna que no conoce ni nacimiento ni muerte”; Patrick Süskind: “El amor es doblaje de la muerte”. Aludimos a una de las palabras más utilizadas, pues nos morimos de pena, hambre, vergüenza, rabia, amor, ganas, celos, nos topamos con el trillado verso: “Me muero porque no muero”, definición dramática del clímax como muerte blanca. Bataille escribe: “Morir de deseo es casi desear morir”. Volví a leer en Frank Herbert aquella escalofriante idea de una peste blanca que solo mata a las mujeres: mundo sin mujeres, extinción de la raza humana. Las mujeres tienen que matarnos de amor si queremos sobrevivir. Volví al libro del pesimista Schopenhauer: “El amor, las mujeres y la muerte”.

Internet me presentó fotos de mujeres retratadas en el momento del orgasmo. Hay una expresión de sufrimiento indecible en sus rostros, agonía que se trueca luego en placer, lo que justifica expresiones sueltas en aquellos instantes. Pregunté a Rocío Jurado: “¿Se nos rompe el amor de tanto usarlo?”. Contestó: “De no usarlo o de mal usarlo”. El amor, desafío a la muerte, es corrida en vida hasta la estocada final. Tristán e Isolda, Romeo y Julieta debían morir para ser eternos, de lo contrario se convertirían en personajes rutinarios, envejecidos, ordinarios. La cruz ansada de los egipcios con aquel óvalo en su parte superior es símbolo de vida siempre asociado a la muerte.

Eros amor es salvavidas, hilo de Ariana que entretiene dentro del laberinto; no nos interesa buscar la salida. Te amo significa: soy inmortal mientras te tengo. Te amo significa: conozco tus secretos, te acepto, apuesto lo que me queda de vida, te doy lo que soy, lo que tengo aunque fuera poco, aunque no tenga nada, aunque tenga de todo. Es la canción de Piaf: “Dios mío, déjamelo aunque sea dos días, un día”; es Modigliani: “Quiero una vida corta pero intensa” (murió a los 36 años diciendo: “La felicidad es ángel de rostro grave”). Te amo significa tengo tu mano en la mía, puedo desafiar al mundo entero, a la sociedad, a la misma muerte. Nosotros, los pigmeos del planeta, nos atrevemos a decir: “Te amo para siempre”, somos dueños de aquel minúsculo siempre con el que retamos al destino. Me mandaron el video de dos jóvenes enfermos de cáncer terminal: se casaban a sabiendas de que les quedaba tres días para quemar su pasión en loca hoguera. El amor no sabe de aquel tiempo que congela la muerte. “Ama hasta que te duela” (Madre Teresa). Mientras tanto, durante una vida llena, el corazón ofrece dos mil millones de latidos. Lo esencial es escoger a quien nos pulsará la vida como se lo hace con la guitarra. Amar es hacer que alguien necesite de ti, te ayude a construir tu propia melodía. Morir de amor es tan solo desvivirte en la tierra, luego perderte en Dios.

Fuente: http://www.eluniverso.com

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