ENTRE EL DESEO Y EL MIEDO...♥

La mayoría de personas sienten un vacío existencial, a nivel consciente o inconsciente, y buscan llenar ese vacío moviéndose entre el deseo y el miedo:

Deseo: necesidad de añadirse algo para ser más felices, obtener lo que me da más (+)

Miedo: miedo de perder algo de lo que han conseguido, huir de lo que me da menos (-).

Aunque la paradoja es que si vamos por ese camino nunca nos sentimos saciados. El vacio que experimentamos parece que no tiene fondo, nunca termina de llenarse. Inmediatamente después de obtener algo, empezamos a pensar en lo siguiente que queremos conseguir y nos proyectamos continuamente al futuro en un viaje sin fin.

“Al vivir desconectados de nuestro corazón, intuimos que nos falta algo esencial para ser felices.” Borja Vilaseca

La opción más valiente es sumergirse en el vacío, dejar de buscar y quedarse quieto, experimentando el silencio interior. Estamos tan intoxicados que, al principio, la mente tendrá tentaciones de mirar al exterior y buscar distracciones. Vendrán a nuestra mente pensamientos como “estoy perdiendo el tiempo” “esto no sirve para nada”… hasta que finalmente, si somos perseverantes, la mente hace un “clic” y nos damos cuenta de que no es necesario buscar nada porque todo lo que buscamos está aquí mismo, en el momento presente, y dentro de nosotros.

“El silencio es el espacio en el que uno despierta” Osho

Cuando nos damos cuenta de que todo lo que necesitamos está en nuestro interior, tomamos las riendas de nuestra vida y ya nunca más las volvemos a soltar. Dejamos de buscar. Nuestro estado de consciencia es mayor cada día. Comprendemos que lo que está fuera de nosotros es perfecto, porque se corresponde con el orden del universo, y todas las experiencias que tenemos se presentan para que podamos aprender y crecer. Aceptamos y confiamos en la vida, y agradecemos todo lo que nos proporciona, sin calificarlo dualmente como bueno o malo, simplemente “es”.

La vida se convierte en un baile en el que nos dejamos llevar sin oponer resistencia porque sabemos que, todo lo que resiste persiste, y si no seguimos el ritmo y aceptamos la experiencia que tenemos delante, la vida nos la va a servir en otro momento, en otro lugar, pero la va a volver a servir, seguro, porque ahí tenemos una lección que debemos aprender. Sino… ¿para qué hemos venido? ¿para llegar a ser directores generales? ¿para tener un máster? ¿para tener un buen saldo en la cuenta corriente? Los títulos, las tarjetas de visita y lo cheques no nos servirán de mucho cuando abandonemos este mundo… la compasión, la tolerancia y la gratitud, probablemente sí.

“He aprendido que la vida es un sueño absolutamente particular, es decir: sales de ti mismo y te buscas hasta llegar a ti mismo.” Alejandro Jodorowsky

Núria López