miércoles, 1 de mayo de 2013

CERTEZA SIN COBERTURA DE CARAMELO Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan



A medida que nuestras lentes se vuelven más nítidas, se cuestionan todas las verdades internas y externas bajo la gran luz brillante del escrutinio. Tenemos muchísimas décadas de tiempo bajo nuestro cinturón, ¿por qué no podemos recordar quiénes somos y qué viene a continuación? Antes, había que probar para saber si algo valía la pena, ahora todo eso es pasajero y confunde nuestros sentidos. Nos inclinamos en el asiento del alma con nuestro corazón interno dirigiéndonos hacia aguas desconocidas en un mar de confusión. Se requiere la certeza sin la cobertura de caramelo de la duda para cumplir nuestras obligaciones energéticas. La duda no puede vivir en un mundo que se está moviendo a más velocidad que la luz.

En estos cambios y energías inminentes, es imperativo avanzar si no vamos a hundirnos en el pantano dimensional de la Tierra. El Universo demanda movimiento y pensamiento, consideración y consecuencia. Justo cruzando la línea del estado hacia la manifestación, uno debe abarcar todos los caminos que conducen a casa. La vida es densa y contiene más que en el pasado. La Tierra ha cambiado y su gente también, ajustándose continuamente a todo lo que se les arroja. Las personas están endurecidas y enternecidas al mismo tiempo. Este conflicto crea tensión en el cuerpo, causando dolores inesperados. Las emociones están en alerta máxima a medida que el cuerpo siente todos los desplazamientos globales, los cambios y decisiones sin prueba alguna.

Nos doblegamos ante las demandas de la vida encontrándonos en el limbo la mayoría de las veces, queriendo escapar y al mismo tiempo queriendo detenernos y abarcar todo lo que tenemos alrededor ya que está cambiando tan rápidamente que tratamos de curvar el tiempo como una cuchara de plata envolviéndolo alrededor de nosotros. Cada amanecer trae más elecciones, cambios y desafíos. Las cuerdas del corazón son tensadas, las billeteras son arrancadas y las emociones están sin procesar. Las energías no vienen tranquilizadoras y suaves sino como espinas en la coronilla y el corazón.

Entren poco a poco en estos tiempos turbulentos que llegan. No esperen que ellos los sostengan mientras gritan, mientras lloran o se conduelen. Permítanles ser lo que son y permítanse ser lo que ustedes son, muy humanos en un campo de juego divino en un juego que cambia y los desafía a diario. Conviértanse en un arrecife en el mar profundo y permitan que las energías naden alrededor, manténganse firmes en lo que son y hacen, no se suelten mientras las grandes olas vienen y se llevan las orillas del ayer.

Gillian MacBeth-Louthan

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