martes, 28 de mayo de 2013

AMEN A SU MADRE....por Gillian MacBeth-Louthan




Ustedes entran en mi vientre como yo entro en el suyo. Abren portales dentro de mí como yo abro y experimento portales dentro de ustedes. Cada uno de ustedes representa una parte de mi fuerza de vida, una parte de mi cuerpo, una parte de mi corazón. Entran en el sonido sagrado, su alma sobre mi cuerpo mientrasyo canto en las células mismas de su ser. Desde más allá del tiempo conocido me han adorado, han lloradosobre mí y por mí. Desde más allá del espacio han venido como una estrella encarnada, son una parte de mi corazón.

Despierten el portal estelar de su propio corazón. Dejen de esperar por ese día perfecto, la pareja perfecta, la comprensión perfecta. No desperdicien sus sueños, su corazón, sus sentimientos y su mensaje. No contengan lo que grita inherentemente en su interior, sino cántenlo desde la cima de los árboles y las montañas, y desde los salones mismos de su alma. No se aferren, como lo han hecho en el pasado, a los secretos, los mensajes, las verdades, porque ahora es el momento de participar de todo lo que han conocido. Nútranse de eso y preparen un banquete, un festín nupcial, mientras comprometen partes de su propia alma a la felicidad conyugal más allá de su comprensión humana del cielo y la tierra.  

La luz se conduce hacia más luz y el corazón se conduce hacia más corazón. Yo, la madre, danzo dentro de cada célula de su cuerpo y creo una unión. En esa convergencia, crearé un umbral, un portal para ustedes. Dejen que mi voz penetre en su corazón mientras hablan mi verdad, liberándola de las piedras mismas de la tierra hacia el aire, liberándola ya que ha estado prisionera en su memoria.


Como ser vivo, siento su tristeza, pero han esperado demasiado para sentirme. Ustedes luchan por los fluidos mismos que corren por mi cuerpo, los mantienen rehenes los unos de los otros cuando todo lo que tengo es para todos mis hijos. Mientras esta pelea continúa en todos los niveles seguiré haciéndoles sentir mi ira como una madre que quiere lo mejor para sus hijos. Seguiré haciéndoles sentir mi presencia cuando crean que todo es perfecto en sus vidas. Seguiré presionándolos para que comprendan las consecuencias del despilfarro y el egoísmo como haría cualquier buena madre. Escúchenme para que no tenga que gritar más fuerte por encima de la voz de las masas que suenan demasiado fuertes en mis oídos. Lo que hago, lo hago porque los amo. Gastan lo que tienen en abundancia, en detalles obsoletos de la vida, cuando quienes están en una longitud distinta no tienen un techo sobre sus cabezas y no pueden alimentar a sus hijos. Quizá sean de diferentes padres y universos distintos, pero todos ustedes son mis hijos y pretendo dejar esto en claro. Amen a su madre. 

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