Historias duras que se repiten día a día, personas fuertes que se derrumban, mitos urbanos que se convierten en reales, la vida golpea sin parar a cada cual; crisis y desafíos desestabilizan nuestros pilares, luchas internas nos ahogan y nos piden a gritos una metamorfosis.
¿Sucede esto por casualidad? Según decía Einsten “la crisis es la mejor bendición que puede sucederle al hombre”, “quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado” pues son este tipo de personas las que tienen las llaves del cambio, las que gracias a procesos dolorosos pueden comprobar que el rumbo que llevaban no les conducía al lugar que deseaban. Lamentablemente hasta que no experimentamos una situación adversa o desfavorable no despertamos la fuerza interna que nos va a permitir desarrollarnos.
Cada vez me doy más cuenta que somos nosotros mismos los que nos imponemoslimitaciones, nuestras creencias y valores nos impiden evolucionar y llegar a alcanzar la mejor versión de nosotros mismos.
¿Por qué no iniciamos ya nuestra transformación?
VÍA YO EVOLUCIONO
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