martes, 8 de enero de 2013

TÚ EXISTES POR TI MISMO, NO SON LOS DEMÁS LOS QUE TE CREAN



Ricardo Ros

Pedro me escribe un email en el que me dice que desde siempre ha vivido en función de los demás, que siempre ha tratado de agradar a los demás. Me dice que siempre hizo lo que pensaba que quería su padre, que estudió lo que pensaba que quería su padre y que, ahora, todo lo hace en función de lo que cree que su mujer espera de él o de lo que cree que su jefe desea de él. Va con su familia a las vacaciones que planean sus amigos, se compra la ropa que ve que se compran sus amigos, lee los libros que le prestan sus amigos… Me explica que el otro día, al leer una de mis reflexiones, se dio cuenta de que él no estaba viviendo su vida. La profesión que tiene no es de su agrado, le gustaría ir de vacaciones a otros sitios, vestirse de otra manera y llevar una vida diferente.

Adonis me dice que está cansado de la vida que lleva. Tiene 48 años y ha vivido hasta el año pasado con su madre, ya que ella nunca le ha permitido independizarse. Cuando tenía una novia, su madre se ponía muy enferma y tenía que quedarse en casa para cuidarla. Una vez que se fue a vivir a otro sitio, su madre trató de suicidarse, con lo que nunca más se atrevió a dar otro salto fuera de la casa de su madre. Vive muy frustrado, porque ahora su madre tiene Alzheimer y la ha tenido que ingresar en una residencia, pero me cuenta que en este momento ya no sabe qué hacer con su vida, porque no está preparado para vivir sin su madre.

Mariángeles ha vivido toda su vida dependiendo de alguien. Primero de su madre, después, cuando se casó, de su marido. Tanto su madre como su marido son personas autoritarias y nunca le han pedido su opinión sobre las decisiones que la implicaban. Por ejemplo, me cuenta que su madre la matriculó en un curso de peluquería, sin consultarla, y que después le buscó un trabajo de peluquera sin preguntarle su opinión. Ahora su marido toma todas las decisiones, la obligó a dejar de trabajar, y decide todo sin preguntarle nada. “Me siento muy triste, me dice, porque mi marido no ha querido tener hijos y sé que tiene varias amantes. Mi vida es un desastre, pero no sé cómo escaparme y rehacer mi vida”

Tú existes por ti mismo, no son los demás los que te crean. Tu vida es independiente de los demás. Cuanto más construyas tu personalidad en función de los demás, más te alejarás de la felicidad. La felicidad depende del estado de tu mente, no de lo que los demás piensen sobre ti. La felicidad depende de lo que escojas en cada instante de tu vida. Incluso esas pequeñas decisiones que parece que no tienen importancia, marcan lo que ocurrirá en el presente y en el futuro. Si dejas que los demás creen tu mundo, quizás los demás alcancen sus objetivos, pero tú te alejarás cada vez más de los tuyos. Vives en el mundo que creas cada día. Es tu mundo, es tu vida, nada ni nadie tiene derecho a intervenir en tu vida.

No tienes que dedicarte al bienestar de los demás. Tú no puedes hacer feliz a los demás, porque la felicidad depende de cada uno. Nadie es capaz de hacerte feliz. La felicidad está en tu mente, en cómo te vives a ti mismo y al mundo.

El otro día en un viaje en avión, mi compañero de asiento me dijo que tenía 38 años y que lo había dejado todo, su trabajo y su pareja, y que se iba a una isla del pacífico sin nada, con las manos vacías, porque sabía que la vida que llevaba no le estaba haciendo feliz y quería empezar de nuevo. Siempre puedes iniciar una nueva vida. No importa que te equivoques, si estás atento a esa equivocación.

Haz lo que quieres hacer. Sé lo que quieres ser.



Fuente: http://www.ricardoros.com

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