“Me parece fascinante que casi todo el mundo planifica sus vacaciones con más cuidado que su vida. Tal vez sea porque es más fácil escaparse que cambiar”, lo dijo Graciela Patrone y estoy de acuerdo. En estos tiempos, es interesante las horas gastadas en proyectar el período de vacaciones y la “falta de tiempo” que se usa como excusa para no decidir qué vida queremos y cómo la vamos a lograr.
Por otro lado, este énfasis en irse de vacaciones y huir a “descansar” es síntoma de una existencia sufrida como una carga y una lucha. Con más razón, tendríamos que revisar qué paradigma estamos usando y cómo cambiarlo para crearla y disfrutarla como merecemos. ¿No será hora de que nos tomemos tiempo para lo que verdaderamente es valorable?
LAURA FOLETTO
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