Cuando el mago se propone a realizar lo imposible despierta de su letargo e inicia un viaje divino, un viaje que tiene como destino recordar su propia divinidad, su capacidad para asumir cada una de las experiencias como una oportunidad para indagar dentro de sí mismo y descubrir cuál es ese problema particular que afecta todas las dimensiones de su vida, una vez conocido y descubierto el problema el mago puede emprender la labor de resolverlo.
Lo primero que el mago debe saber es que no hay varios problemas en diferentes espacios de su vida sino ciertas actitudes y creencias que generan conflicto en todos ellos; solemos pensar que hay un problema a resolver o que hay un área de la vida que no funciona, pero en realidad sólo existe un problema.
La misión del mago es descubrir ese problema particular que afecta toda su realidad, enfrentarlo, superarlo y resolverlo. ¿Cómo lo hace? Por medio de la observación, una observación constante de los pensamientos que tiene, de las palabras que pronuncia y de las emociones que permite que lo dominen.
Los pensamientos, palabras y emociones del mago revelan sus creencias, los paradigmas que ha aceptado como propios y que han tomado el control de lo que el mago considera posible, lógico y aceptable, estos paradigmas surgen de lo que el mago escucha a su alrededor según su cultura, época, edad, valores, formación, etc. son en resumen todo lo que los demás dicen y que terminan por imponerle al mago el concepto de lo que debe y lo que puede ser real.
En una próxima entrega veremos los paradigmas que le dictan a la humanidad lo que ellos deciden que es la realidad.
Nos vemos pronto.
Diana Rodríguez Angulo
Escritora
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