jueves, 4 de octubre de 2012

SOÑAR PARA OTROS...♥








–¿Es posible soñar para otros, Martina? –Valeria se ve preocupada.

–Claro que sí. Eso se suele llamar “transferencia de sueños”. ¿Por qué?

–Porque ayer yo estaba en mi casa y llegaron sin aviso mi hermano y mi cuñada, Lucía. Fueron por un sueño, me dijeron. Lucía me contó que en su sueño mi hermano Roberto le dice, muy preocupado, que ha intentado comunicarse conmigo varias veces, pero que no lo ha logrado. Entonces Roberto llama a mi mamá para saber de mí. Mi madre le comenta que, según lo que ella habló conmigo, sobre mi casa hay una nube negra que me impide comunicarme con los demás –Valeria baja la vista.

–¿Y es así? –pregunta Martina.

–Bueno, cuando Lucía me contó su sueño, yo no pude evitar soltar algunas lágrimas. Intenté contenerme lo que más pude. No me gusta que me vean llorar, no me gusta que nadie sepa lo triste que estoy, menos mi hermano. No quiero que me vean como la pobrecita Valeria…

–Y… ¿qué pasó cuando llegaron tu hermano y tu cuñada? –se arriesga tímidamente Cecilia.

–Amorosos ellos… Mi hermano llegó con una cajita llena de cocadas hechas por él. Dice que pensó en algo que a mí me encantara y que recordó que cuando éramos niños nos gustaba hacer esas bolitas de galletas molidas con manjar y chocolate. No tienen nada de coco, eso sí –ríe Valeria–, pero nosotros las llamábamos “cocadas”. Lo lindo es que mi hermano me dio un tremendo abrazo, con mucha ternura. Y yo necesitaba tanto eso. Simplemente sentirme querida, sentirme importante para alguien…

–¿Y tú entendiste el sueño cuando te lo contaron, Valeria? –pregunta Martina, ya enfocándose directamente en el sueño.

–Inmediatamente. Nada que interpretar. Desde hace algún tiempo ya que siento esa nube negra sobre mí misma. Tengo esa sensación de algo oscuro sobre mí que no me puedo quitar, por eso yo creo que utilicé el símbolo de una nube, porque mi sensación interna es que no depende de mí mover esa nube. Ella simplemente se instaló sobre mí.

–Qué buena interpretación, Valeria. No dices que realmente no depende de ti, sino que ese sueño habla de tu sensación interna de no poder hacer nada al respecto, pero ¿será realmente así? ¿Por qué crees que no tuviste tú este sueño, sino tu cuñada? –continúa Martina.

–Quizá… –una sonrisa se asoma en la cara de Valeria– porque el modo de despejar esa nube que siento sobre mí sea precisamente el comunicar mi tristeza a las personas que más me quieren. Creo que necesitaba mucho ese abrazo de mi hermano. Es que es indispensable sentirse querido cuando uno está tan mal…

–Precisamente. Lo que yo veo es que era indispensable que tu cuñada y tu hermano fueran juntos como familia a acompañarte cuando te encontrabas en un estado tan vulnerable. Y es por eso que tu cuñada soñó por ti y para ti –concluye Martina.



Edna Wend-Erdel

No hay comentarios:

Publicar un comentario