Cordura eres deseada por muchos.
En cambio, a mí la locura, nadie me quiere.
Somos diferentes y… sin embargo tan iguales.
¡Iguales dices!
Creo, que te equívocas, no nos parecemos en nada.
Yo no diría así, usa tu cordura y escúchame.
Yo, la locura fui una consecuencia, de algo que no pudo ser.
Tú, la deseada por Reyes, Políticos y Gobiernos.
Solo eso, te desearon por una consecuencia pero… no te pudieron tener.
En cambio, yo aunque no me llamaron hicieron más uso de mí que de ti.
Locura, me quieres desacreditar pero, solo mi nombre vale más que tú.
Soy, la que hace a los hombres razonar, diálogo entre pueblos y naciones, cuido el equilibrio del planeta, evito que haya armas destructivas, que los humanos se amen entre si.
Las guerras, el racismo… ¿con estos antecedentes? ¿Qué tienes tú qué decir?
Poco desde luego, pero… viendo el resultado de tu… cordura…
Prefiero mil veces… ser locura.
Desconozco el autor.
El de la locura y el de la cordura son dos países limítrofes, de fronteras tan imperceptibles, que nunca puedes saber con seguridad si te encuentras en el territorio de la una o en el territorio de la otra. Arturo Graf.
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