sábado, 13 de octubre de 2012

CONECTANDO EL CORAZÓN...BARBARA ROTHER



Esta mañana al despertar, mientras yacía en la cama pensé en el día que me esperaba. Me sentí llena de agradecimiento por poder disfrutar un día más. Sabía que de mí dependía la clase de día que tendría. Ahora valoro de una manera diferente mi vida cotidiana.

En el pasado, los días venían y se iban muy rápidamente. El tiempo se convertía en meses y luego en años. Ciertos acontecimientos señalaban el paso del tiempo, como los días festivos, los aniversarios, etc. Los cumpleaños especialmente me hacían evaluar dónde me encontraba en mi vida. Reflexionaba: “¿Estoy donde debería estar en este punto de mi vida?” Tengo un amigo que conozco desde que tenía catorce años. Solíamos tener conversaciones muy profundas acerca de la vida cuando éramos jóvenes y siempre hacíamos un plan de vida de cinco años. Recordarlo me hace reír porque estábamos tan ocupados viviendo nuestras vidas que nos olvidábamos de cualquier plan que hubiéramos preparado. Existe una expresión de John Lennon que me gusta mucho: "La Vida es lo que te sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes." Sé que es importante tener metas que nos mantengan motivados, pero es igualmente importante fluir con la vida. Mis recuerdos más felices pertenecen a esos tiempos, cuando las cosas no salieron de la manera en que las había planificado y decidí ensayar el plan “B”. Mi actitud flexible me permitió abrirle la puerta a otras posibilidades.

Ahora, al despertar me maravilla la belleza de cada día. El regalo de pasar por una enfermedad seria es que me he visto forzada a bajar la velocidad y sencillamente, ser yo misma. Ahora soy más consciente de lo sagrado en mi diario vivir y me doy tiempo para escuchar, observar y sentir más profundamente, de disfrutar de la naturaleza, apreciándola más profundamente. Mis sentidos se han agudizado. Me aseguro de mirar directamente a los ojos de una persona, de brindarle toda mi atención a lo que dice y de sentir la alegría de tocarnos mutuamente el corazón y el alma. Trato de disfrutar más a menudo de los rayos del sol sobre mi rostro, la brisa que sopla levemente y la belleza de una puesta de sol. Siento despertar a una versión nueva y más clara de la realidad, que afecta la manera en que vivo mi vida.

Solía decir que iba a vivir más allá de los cien años. Puede que aún lo haga, pero es más importante gozar cada día que nos llega. Abraham Lincoln tenía un dicho profundo: "Lo que cuenta al final no son los años de tu vida, sino la vida en tus años."

Amor y Luz,

Bárbara

Lightworker es una corporación dedicada a expandir Luz por medio del empoderamiento.

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