lunes, 8 de octubre de 2012

Adicción espiritual - Adyashanti...♥



Una persona espiritual se puede volver adicta a subidones espirituales,
y de esa forma se pierde la experiencia de la Verdad.
La adicción espiritual aparece cuando sucede algo estupendo
y lo sientes igual que si estuvieses bajo el efecto de una fuerte droga.


En cuanto lo obtienes deseas más.
No hay droga más potente que la experiencia espiritual.
El componente intelectual de esta adicción te
hace creer que si tuvieses suficientes experiencias de este tipo,
te sentirías bien todo el tiempo.

Una persona espiritual está convencida de que no tiene ningún problema,
cree que su ebriedad es distinta de las demás y opina que la solución
reside en seguir espiritualmente ebrio permanentemente...
Este problema perdurará mientras una parte de tí siga esperando
el subidón de la experiencia... Te sientes genial durante un breve período
de tiempo y después experimentas la reacción contraria...

Cuando estas experiencias de subidones y bajones se suceden durante
un tiempo suficientemente largo, empiezas a entender que la experiencia
del subidón no es más que un péndulo al que le sigue un bajón...
Éste es el movimiento del buscador, pero también es el movimiento del yo,
pues siempre está interesado en las reacciones opuestas y en las iguales,
y siempre está intentando mantener una experiencia y evitando otras...

Mientras la identidad siga ligada a este movimiento, aunque estés en un
subidón espiritual que te parezca muy noble, nunca llegarás a ser libre.
Así no podrás ser libre, pues no podrás mantener la experiencia.
Por su propia naturaleza, la libertad no tiene nada que ver con el mantenimiento
de una experiencia concreta, pues la naturaleza de la experiencia
reside en el movimiento... El yo personal cree que cuando se siente mejor está más
cerca de su verdadera naturaleza y que cuando se siente mal está más lejos

....La naturaleza de la experiencia consiste en cambiar
o agitarse como las olas del mar. Se supone que eso es lo que debe hacer.
La identidad empieza a salir del "yo", del buscador, para perseguir alguna
experiencia en particular, hasta que llega, precisamente, a esto. Precisamente a esto.

El centro está siempre aquí mismo. El centro ha estado aquí desde siempre.
El buscador era el único que insistía en intentar llegar al centro
de la experiencia espiritual del subidón... Aunque tu experiencia emocional
o psicológica sea muy ordinaria, infeliz o extraordinaria, el centro seguirá
estando aquí mismo. Y sólo desde aquí podrás empezar a asimilar que
todo es una expresión del centro. Todo. Ninguna expresión es más auténtica que otra,
pues en su centro no existe buscador alguno. Aquí mismo no hay nada.
Todo es Uno.

Descubrirás que en ese centro no hay ningun yo.
Sin ese yo en el centro, nadie puede juzgar si una experiencia determinada
es la adecuada o si es espiritual... Todo es una expresión de ese centro y
no hay nada separado de él. ...Cuando veas que el centro está vacío y que
no contiene a nadie intentando ser otra cosa, te darás cuenta de que es
mucho mejor que el mayor subidón espiritual.
La verdad es igual de agradable, pero infinitamente más libre.

Adyashanti.

vía POR UN BUEN CAMINO

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