jueves, 3 de enero de 2013

Anthony de Mello “Un minuto para el absurdo”




Cien veces al día burlamos nuestros propios defectos censurándolos en los demás.
Michel De Montaigne


Una buena manera de descubrir tus defectos -dijo el Maestro– consiste en observar qué es lo que te irrita de los demás.

Y contó cómo su mujer, que había dejado una caja de bombones en el estante de la cocina, descubrió una hora más tarde que la caja pesaba bastante menos: todos los bombones de la capa inferior habían desaparecido y habían ido a parar a una bolsa de papel que se encontraba encima de las pertenencias de la nueva cocinera. Para no poner a ésta en una situación enojosa, la bondadosa mujer del Maestro, volvió a colocar los bombones en la caja y guardó ésta en una alacena, a fin de evitar posibles tentaciones.

Después de la cena, la cocinera anunció que dejaba su trabajo aquella misma noche.

-¿Por qué? ¿Qué sucede?-, preguntó el Maestro.

-No quiero trabajar para personas que roban, fue su desafiante respuesta

No hay comentarios:

Publicar un comentario