martes, 10 de mayo de 2011

LOS DOLORES INTENSOS....





La materia en nosotros está siendo electrificada con el fuego del espíritu y estamos siendo transformados en una forma física nueva portadora de energías más refinadas. Pero el dolor que acompaña este proceso puede ser intenso para algunos de nosotros. Los maestros dicen que este es un precio muy pequeño para pagar por un regalo trascendental y divino. Sin embargo muchos no se sienten listo para soportar la amplitud del dolor que pueden llegar a experimentar. Necesitamos sentir la intensidad del dolor para desarrollar compasión incluso por nosotros mismos, para no repetir mas esta danza de densidad nuevamente. Por eso el cambio incluye irremediablemente algo de dolor. Hay puntos de dolor específicos en el cuerpo, que corresponden a los puntos de coordinación para asimilación de la energía.
Si sientes dolor piensa esto:
Yo soy convirtiéndome en un corazón de cristal
Yo soy un cerebro de cristal
Yo soy un trasmisor de los ángeles
¡Entrégate en manos de Dios y recibe con gratitud aquel regalo que pediste!
La humanidad está pasando por una emergencia fisiológica, y cada uno de nosotros va a sentir el cambio célula por célula, porque cada célula es un holograma reflejando a todo el cuerpo. Estamos en el proceso de limpiar y borrar el contenido de nuestros archivos, esto es: información genética, patrones kármicos, creencias ancestrales, patrones de pensamiento y limitaciones del pasado. Pero, nuestras células y nuestro ADN también contienen la información de la paloma de la paz. Cuando dejemos ir la codificación anterior nuestra fisiología cambiará. Si cada célula cambia, nosotros cambiamos. En la medida en que esto ocurre nuestro cuerpo se va tornando transparente y luminoso. Puede ocurrir que haya una guerra, confusión o lucha entre células o partes de nosotros mismos antes de llegar a la aceptación de lo nuevo. Por ejemplo, probablemente debemos comer menos porque tendremos cada vez menos necesidad de alimentos, y eso no es fácil de aceptar. Si te encuentras en medio de esa lucha entre lo que crees y lo que sabes, llama en tu ayuda a la presencia Yo Soy. En seguida pide ayuda al Deva de tu ADN y el de tus células… Trabaja con tu mente subconsciente, Piensa que cada una de tus células tiene un ángel que te ama. Todo esto es trabajo de integración, integración de la Diosa a niveles celulares.
Es decir el cielo integrándose a la Tierra. ¡Clama por la vibración de la verdad en cada célula y míralas como se transforman!. Háblales con respeto, porque son inteligentes, así trabajarán a tu favor. Cuando una sola célula cambia, esta transmite impulsos de información, que son geometrías infinitesimales, encargadas de cargar con vitalidad a tus otras células o de transmitirla a otras personas. La cooperación es el secreto para integrar la Diosa. Debes estar a cargo de tu propia transformación. Mantener un balance de tus cuatro cuerpos en este momento es nuestra tarea más importante. Hay que observar qué tipo de energía ponemos en nuestros pensamientos y sentimientos, en nuestras palabras y acciones. Qué tipo de energías ponemos en lo que cocinamos y comemos. No vamos a lograr dar el salto cuántico de una transformación cargando el equipaje de nuestros viejos valores. Descarta el miedo y cuenta con que el cambio será la única realidad que no puede ser evitada. ¡Dale entonces la bienvenida! Todo lo que necesitamos hacer es estar abiertos para recibir, y listos para dar cuando así se nos pida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario