domingo, 29 de mayo de 2011

Dios Dijo: Justo en el momento en que piensas que lo sabes todo, te das cuenta de que sabes muy poco.




Justo en el momento en que piensas que lo sabes todo, te das cuenta de que sabes muy poco. ¿No es cierto? Has organizado un partido de tenis en el mundo, y juegas. Desvías la pelota hacia atrás y hacia adelante. Juegas, y es contra ti mismo que juegas. Como juegas por ti y por tu oponente a la vez, es una apuesta segura que vas a ganar. O, quizás, el set es un empate, entonces no ganas ni pierdes, ¿y qué importa? Ganando o perdiendo, jugaste. Ganar o perder, es cosa del pasado. De acuerdo al mundo, la gloria es del pasado. Sólo duró un minuto.
Aquí está lo maravilloso de jugar: Ganes o pierdas, te acercas a Mí. ¡Y de ese modo sólo puedes ganar! Seas victorioso o no ante los ojos del mundo, sólo puedes ganar. Me ganas a Mí, amado. ¿Qué otra cosa puedes ganar que dure más que un parpadeo?
Aquí está la entrada. Te das cuenta de lo poco que comprendes para que aumente tu comprensión. Es una locura tener la certeza de que sabes todo lo que crees que sabes. Presumes. Ahora te hablo en cuanto al mundo relativo. No puede ser conocido, amado, por que es una cabeza de chorlito. El mundo no se tranquiliza, y tú sigues rebotando sobre él.
Aún así existe eso más allá del mundo inconstante que sí puedes conocer y puedes hacerlo con certeza. Yo soy el Conocedor. Y, por lo tanto, tú también lo eres. Nosotros, tú y yo, provenimos de una tierra diferente que no alberga ni una pizca de la inestabilidad del mundo existente. Y, aún así, el lugar del cual Venimos, la Quietud de la cual Venimos, no es una roca ya que el Cielo tiene una ligereza de movimiento y de resistencia que el mundo no puede concebir. Pero ¿qué hay en el Cielo por lo que pueda haber resistencia?
El mundo es tu campo de estudio, pero no puede ser conocido. El mundo te pone todo tipo de pruebas, y al día siguiente el clima cambia. El mundo cambia constantemente, gira hacia un lado y hacia el otro, como una señora hermosa que camina por las pasarelas, hace una pausa, gira y vuelve al comienzo. Y el mañana o cualquier otra forma del tiempo sólo existen en el mundo.
Aún así, juntos, tú y yo, Creamos este mundo en el que naufragas y nadas. Pero ésta es sólo una obra. Es sólo una obra, pero hay actores Divinos en ella. Tú eres uno de ellos. Y estudias un mundo que es inescrutable. No se quedará quieto en tus manos.
Pero existe un mundo de Quietud, y de este Mundo sabes todo. Te has engañado con que no es así. De hecho, llamas "Lo Desconocido" a este mundo del que te hablo, como si hubiera una Gran Barrera de Arrecifes en el medio. Conoces al Cielo mejor que a la palma de tu mano. Me conoces. Somos Viejos Amigos. Provenimos del mismo país, digamos. El Cielo. El Cielo es el lugar donde se encuentra tu corazón. Y tu corazón sabe Todo. Tu corazón nunca perdió su conocimiento del Cielo ni de la dulzura que hay en él.
No te desesperes. No sientas nuevamente que perdiste el Paraíso y que debes recuperarlo. No te perdiste. Sólo has estado encerrado dentro de ciertos límites y te has convencido de que no puedes ver más allá de ellos. Te has convencido de que el mundo existente es Conocido y de que el Cielo es lo Desconocido. Has invertido tu pensamiento, amado. Te has enloquecido. El Cielo es lo Conocido, y tú lo conoces.

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